Cómo arreglar una sartén quemada

Ya sea por un descuido al dejar la cocina prendida e ir a otro ambiente de la casa o porque alguien se olvidó que se estaba realizando una fritura, la sartén suele llevar la peor parte y termina totalmente quemada. Hay quienes toman la decisión de botarla a la basura y comprar otra, mientras que otro grupo busca darle una nueva oportunidad con trucos de cocina. Aquí te explicamos qué hacer para limpiarla y dejarla como nueva.

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Vinagre con bicarbonato

Estos son los ingredientes más utilizados para la limpieza en el hogar y la cocina. Para emplearlo en una sartén quemada hay que seguir este paso a paso:

• Mezclar media taza de vinagre blanco con una taza de agua y dos cucharadas de bicarbonato de sodio.
• Desde Ok Diario explican que hay que verter la preparación sobre la sartén, añadirle agua y poner a calentar hasta que hierva.
• El bicarbonato hará efervescencia y la suciedad se quitará.
• Una vez fría la sartén, lavarla como de costumbre.

Bicarbonato y limón

• Echar dos cucharadas de bicarbonato de sodio sobre la superficie de la sartén y frotar con medio limón.
• Tras unos minutos frotando, la suciedad desaparecerá.

Detergente

• Llenar la sartén con agua tibia hasta que se cubran todas las partes quemadas.
• Agregar varias gotas de detergente para platos y remover.
• Poner la sartén al fuego y dejar hervir de 10 a 15 minutos.
• Retirar del fuego y dejar enfriar por completo (20 minutos). Luego frotar con una esponja para quitar la capa quemada.

Sal gruesa y papel aluminio

Este truco llega desde ‘El español’ donde recomiendan limpiar una sartén quemada, en especial si es de hierro, con este paso a paso:

• Lo primero que tendrás que hacer es espolvorear una cucharada de sal sobre la superficie de la sartén.
• Hacer una bola con el papel aluminio y usarla para frotar las partes quemadas.
• Para concluir, enjuagar y limpiar con un lavavajillas habitual.

Antes de aplicar estos trucos caseros es importante que leas las instrucciones de la sartén, pues algunos materiales no resisten ciertos agentes de limpieza. Además, hay que dejar enfriar bien el utensilio de cocina antes de limpiarlo para no quemarse las manos.