La Navidad es una de las épocas más esperadas por las familias, especialmente por los más pequeños, quienes viven con ilusión la llegada de Papá Noel y su promesa de regalos.
Creer en figuras mágicas como Papá Noel, el ratoncito de los dientes o el hada madrina permite a los niños experimentar un halo de fantasía que favorece su desarrollo emocional. Sin embargo, a medida que crecen, muchos padres enfrentan la disyuntiva de mantener la fantasía o revelar la verdad sobre quién coloca los regalos bajo el árbol.
Según la Mg. Ana Lorena Elguera Pajares, directora de la carrera de Psicología de USIL, “mantener la ilusión en la vida de los niños es importante, ya que genera un espacio de inocencia y magia. Sin embargo, algunas familias prefieren explicar que los regalos son resultado del esfuerzo y dedicación de los padres, lo que también es válido, siempre y cuando se base en el amor incondicional”.
En este contexto, la experta compartió recomendaciones para que los padres puedan abordar este tema de manera respetuosa:
- Elegir el momento adecuado para sincerarse: No hay una edad fija para contar la verdad sobre Papá Noel, ya que depende de la madurez emocional de cada niño. Para elegir el momento correcto, se debe evaluar cuándo estén listos sus hijos para enfrentar la realidad, teniendo en cuenta su personalidad y experiencias previas. La información debe ser entregada de manera gradual, adaptada a la comprensión y las necesidades de cada niño.
- Fomentar la gratitud y solidaridad: Más allá de los regalos, los padres pueden involucrar a los niños en actividades solidarias, como campañas de donación o actos de agradecimiento, promoviendo la empatía y la conexión con los demás.
- Transformar la ilusión en enseñanza: En lugar de enfocarse únicamente en la figura de Papá Noel, los padres pueden aprovechar la magia de la Navidad para enseñar que lo más importante es compartir, agradecer y estar unidos. Así aprenderán que la verdadera magia radica en la conexión humana y los actos de generosidad.
- Mantener la ilusión con equilibrio: Si los padres eligen mantener la historia de Papá Noel, es fundamental hacerlo con naturalidad y sin generar presión. La clave está en permitir que los niños disfruten de la magia de la Navidad sin que se convierta en una expectativa demasiado fuerte. Así, la ilusión puede ser parte de una celebración alegre y sin tensiones.
Esta manera de abordar el tema permite que la Navidad sea una experiencia especial para toda la familia, sin importar si Papá Noel es parte de la tradición o no.