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Un desamparado de la tercera de edad que quedó paralizado del cuello hacia abajo, luego de que un policía lo electrocutara con una pistola paralizante durante una persecución, recibirá una indemnización de 100 millones de dólares.
Según el medio Univision, un jurado de Atlanta, Estados Unidos, determinó que el oficial John Grubbs usó fuerza irrazonable contra Jerry Blasingame, quien demandó a la ciudad y al agente por el costo de facturas médicas pasadas y futuras.
El 10 de julio de 2018, Blasingame pedía dinero a la gente cuando el policía y otro oficial llegaron y lo vieron hablando con un conductor.
Grubbs le dijo a Blasingame que se detuviera, pero el indigente se movió fuera de la calle hacia una barandilla. El agente corrió hacia él y, con una pistola paralizante, logró detenerlo. Desafortunadamente, el hombre, que en ese entonces tenía 65 años, se cayó y se rompió el cuello.
El demandante, ahora de 69 años, necesita atención médica las 24 horas, lo que cuesta un millón de dólares al año. Hasta el momento, las facturas acumulan 14 millones.
Tras conocerse los hechos, el jurado determinó que la Policía de Atlanta deberá pagar 60 millones de dólares y el policía Grubbs otros 40 millones.
La Ciudad de Atlanta presentó una moción para que un juez evalúe si se puede modificar el veredicto del jurado.
Circunstancias para el uso de la fuerza
En Perú, antes de hacer uso de la fuerza, el efectivo policial debe identificarse como tal, individualizar a la persona o personas a intervenir y dar una clara advertencia de su intención, señala el portal lpderecho.pe.
Esta debe hacerse con tiempo suficiente para que se tome en cuenta, salvo que esa advertencia lo ponga en peligro o cree un grave riesgo de muerte o de lesiones graves a otras personas, o cuando la advertencia resultara evidentemente inadecuada dado el grado de resistencia del intervenido a quien se enfrenta.
