La tensión en la península de Corea se elevó este miércoles otro peldaño después que el Norte lanzará a modo de prueba dos misiles balísticos apenas tres días después de haber probado un nuevo proyectil de crucero y el Sur respondiera disparando después otro desde un submarino.
Pyongyang lanzó sus dos proyectiles desde Yangdeok (70 kilómetros al este de la capital norcoreana), en la provincia de Pyongan del Sur, en torno a las 12.34 y las 12.39 hora local, según explicó el Estado Mayor Conjunto (JCS).
Los proyectiles volaron unos 800 kilómetros y alcanzaron una altitud máxima de unos 60 kilómetros antes de caer al Mar del Este (nombre que recibe el Mar de Japón en las dos Coreas), añadió el JCS, que continúa analizando las características del ensayo y de los proyectiles empleados.
La última vez que el régimen disparó un misil balístico fue a final del pasado marzo, cuando probó lo que pareció ser una nueva versión de su proyectil KN-23, capaz de trazar trayectorias muy difíciles de interceptar.
La ONU castiga los lanzamientos de misiles balísticos por parte de Corea del Norte con base en las resoluciones aprobadas en respuesta a su desarrollo de armas de destrucción masiva.
Seúl responde con un lanzamiento
Pocas horas después y en un gesto poco habitual, Seúl anunció que acababa de lanzar un misil balístico desde un submarino (SLBM), una prueba realizada en el condado costero de Taean (unos 100 kilómetros al suroeste de Seúl), en aparente respuesta al test norcoreano y que presenció el presidente surcoreano, Moon Jae-in.
La prueba se realizó con éxito desde un submarino de la clase Dosan Ahn Chang-ho, el modelo de sumergible más reciente de la marina surcoreana.
La oficina presidencial se limitó a decir en un comunicado que el proyectil voló la distancia esperada y golpeó “con precisión” el objetivo marcado.
Durante una intervención ante los oficiales presentes durante la prueba, Moon aseguró que ésta no se realizó como respuesta al test norcoreano.
“En cualquier caso, nuestra capacidad mejorada de misiles puede ser un elemento disuasorio certero para las provocaciones de Corea del Norte”, añadió.
Esta no es en realidad la primera prueba exitosa que Seúl realiza de un SLBM, ya que fuentes militares filtraron a los medios que un primer ensayo satisfactorio tuvo lugar hace dos semanas.
Esto convierte a Corea del Sur en el octavo país con capacidad para lanzar SLBM, una lista que integran también EE.UU., Rusia, China, India, Reino Unido, Francia y Corea del Norte.
La capacidad para disparar SLBM amplía enormemente el alcance del arsenal balístico de Corea del Sur y lo convierte en mucho más peligroso, puesto que la naturaleza móvil de los submarinos hace que los lanzamientos sean difíciles de detectar.
Escalada en la región
Los lanzamientos de hoy vienen precedidos por el test norcoreano del pasado fin de semana de un nuevo tipo de misil de crucero de largo alcance y la mencionada prueba original de un SLBM sureño.
A esto hay que sumar el reporte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de final de agosto alertando que Pyongyang reactivó este año instalaciones para obtener combustible nuclear que puede utilizarse para bombas.
Esta escalada armamentística se produce en un momento en el que el diálogo sobre desnuclearización sigue estancado desde la fracasada cumbre de Hanói de 2019, en la que Estados Unidos consideró insuficiente la oferta norcoreana de desarme y se negó a levantar sanciones.
Washington ha insistido en los últimos meses en que se reunirá con Pyongyang sin condiciones previas “dónde y cuándo sea” para tratar de reavivar las conversaciones, pero por el momento no parece haber obtenido respuesta del régimen de Kim Jong-un.
A su vez, Corea del Norte rompió nuevamente las comunicaciones telefónicas con el Sur en agosto después de que Seúl y Washington siguieran adelante con sus ejercicios militares veraniegos y hasta ahora también ha rechazado las ofertas de diálogo y asistencia humanitaria del Gobierno Moon.
Las pruebas de misiles coincidieron hoy además con la visita a Seúl del canciller chino Wang Yi, que subrayó precisamente la importancia de que todos los países implicados en la península coreana reduzcan sus actividades militares para “contribuir a la paz y estabilidad de la península coreana”.
Wang insistió en apuntar que “no solo Corea del Norte, sino también otros países están llevando a cabo actividades militares” en la región.
Fuente: EFE