El papa Francisco pidió hoy una vacunación contra el coronavirus solidaria en la que no prevalezca la ley del mercado, en una carta enviada en ocasión de las reuniones de primavera del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional que se están realizando en estos días y que se publicó hoy.
“Necesitamos especialmente una vacunación solidaria, financiada con justicia, porque no podemos permitir que la ley del mercado prevalezca sobre la ley del amor y la salud de todos”, escribió Jorge Bergoglio.
A las máximas instituciones económicas mundiales reiteró su reciente llamamiento en el mensaje de Pascua “a los líderes gubernamentales, empresas y organizaciones internacionales a trabajar juntos en el suministro de vacunas para todos, especialmente para los más vulnerables y necesitados”.
Por otra parte, también pidió reconocer “que los mercados, especialmente los financieros, no se gobiernan por sí mismos”, por lo que se necesitan leyes que garanticen “que las finanzas, en lugar de ser meramente especulativas o financiarse en sí mismas, funcionen para los objetivos sociales que tanto se necesitan en el contexto de la actual emergencia sanitaria mundial”.
En su misiva, Francisco hace hincapié en la necesidad, sobre todo en estos momentos, de “al menos, una reducción significativa de la carga de la deuda de las naciones más pobres, agravada por la pandemia”.
Porque recordó que “sigue existiendo una necesidad urgente de un plan global que pueda crear instituciones nuevas o regenerar las existentes, particularmente las de gobierno global, y ayudar a construir una nueva red de relaciones internacionales para promover el desarrollo humano integral de todos los pueblos”.
Esto “significa necesariamente dar a las naciones más pobres y menos desarrolladas una participación efectiva en la toma de decisiones y facilitar el acceso al mercado internacional” y para ello es necesario “un espíritu de solidaridad mundial” que “exige al menos una reducción significativa de la carga de la deuda de las naciones más pobres”.
Para Francisco “aliviar la carga de la deuda de tantos países y comunidades hoy en día es un gesto profundamente humano que puede ayudar a las personas a desarrollarse, a tener acceso a las vacunas, la salud, la educación y el empleo”.
El pontífice argentino también abogó en su carta para que en estos momentos de crisis mundial debido a la pandemia las discusiones en estos foros “contribuyan a un modelo de recuperación capaz de generar soluciones nuevas, más inclusivas y sostenibles para apoyar la economía real, ayudando a las personas y comunidades a lograr sus aspiraciones más profundas y el bien común universal”.
“La noción de recuperación no puede contentarse con volver a un modelo desigual e insostenible de vida económica y social, donde una pequeña minoría de la población mundial posee la mitad de su riqueza”, aseveró.
Y concluyó esperando que estos días de reuniones produzcan “soluciones sabias para un futuro más inclusivo y sostenible. Un futuro en el que las finanzas estén al servicio del bien común, donde los vulnerables y los marginados estén en el centro y donde la tierra, nuestra casa común, esté bien cuidada”.
Fuente: EFE