El gobierno de Francia prometió este martes “ampliar, acelerar y simplificar” su campaña de vacunación contra el coronavirus tras recibir fuertes críticas por su lento arranque con respecto a otros países europeos.
“La velocidad de crucero de la vacunación” contra el COVID-19 en Francia “alcanzará la de nuestros vecinos en los próximos días”, aseguró el ministro de Salud francés, Olivier Véran, en una entrevista con la radio RTL.
“Ayer superamos las 2.000 vacunaciones y de aquí el jueves volveremos a aumentar de forma muy significativa” el número de vacunas administradas en el país, añadió el ministro.
Hasta el 1 de enero, 516 personas habían recibido la primera dosis de la vacuna Pfizer/BioNTech en Francia, frente a 200.000 en Alemania y alrededor de un millón en Reino Unido, lo que levantó una ola de críticas en el país.
Además, Véran prometió ampliar los grupos prioritarios de vacunación. Las personas mayores de 75 años, aunque no vivan en residencias de ancianos, podrán recibir la vacuna este mes, así como los cuidadores a domicilio de más de 50 años y los bomberos.
Hasta ahora se preveía vacunar de forma prioritaria únicamente a las personas mayores que viven en residencias y al personal de salud de más de 50 años.
Además, en los próximos días las personas que quieran vacunarse y que no pertenezcan a ninguno de estos grupos prioritarios podrán inscribirse en una lista para pedir cita.
Francia recibe por el momento 500.000 dosis de la vacuna Pfizer/BioNTech por semana. Es la única vacuna autorizada en la Unión Europea.
Pero podría recibir además 500.000 dosis por mes de la vacuna de Moderna cuando ésta reciba el aval de la agencia médica europea, posiblemente el miércoles.
No obstante, según una encuesta de opinión realizada la semana pasada por la encuestadora Ipsos, sólo el 40% de los franceses estaría dispuesto a vacunarse.
Véran también dijo que se han detectado en Francia “unos 10 casos sospechosos o confirmados” de una nueva variante del coronavirus que apareció en Reino Unido.
“Es una variante que nos preocupa y para la que estamos desplegando recursos logísticos y de diagnóstico muy importantes”, apuntó.
“Estamos vigilando esto como la leche al fuego”, dijo y señaló que “todas las personas que regresan a Francia desde Inglaterra deben haber pasado una prueba”.
Más de 65.000 personas han muerto en Francia por el COVID-19 desde marzo.
Fuente: AFP