Meltblown es el material filtrante más efectivo del mundo que protege contra la COVID-19 y ahora empezará a ser producido por España, afirmó Alberto Miralles, el director adjunto de la empresa productora especializada en suministro de tejido sin tejer, Nonwovens Ibérica, informó el portal español Innova Spain.

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“España siempre ha dependido demasiado de la oferta asiática. Tenemos que acostumbrarnos a fabricar por nosotros mismos”, aseguró Miralles, vocero de la compañía española de la ciudad de Alicante.

Es una de las pocas empresas europeas y la primera en España que tiene una línea Reifenhäuser Reicofil (ancho de 320 cm), tecnología alemana capaz de realizar una producción sostenible en tela quirúrgica a gran escala.

Meltblown es considerado el único material apto para fabricar con garantías la capa filtrante de las mascarillas FFP2 y FFP3, las cuales protegen contra fluidos nocivos de polvo, humo y aerosoles, así como aquellas partículas que irritan el sistema respiratorio, indica el portal español NAISA.

A raíz de la falta de mascarillas durante la cuarentena española el año pasado, la empresa privada parece preocuparse por la producción más que nunca. “La industria española tiene que dar respuesta a las necesidades tan evidentes que nos deja esta pandemia. No podemos permitirnos el lujo de volver a pasar por una nueva sequía de productos básicos para nuestra salud”, dijo Miralles.

Según el medio español, con la nueva producción del fabricante español de meltblown y teniendo la meta de fabricar 1 500 millones de mascarillas al año, España estaría abastecida de toda la cadena de suministro para la fabricación de este producto indispensable para combatir el COVID-19.

Según La Voz de Galicia, el meltblown, un tejido muy efectivo y muy caro, meses atrás, venía importado desde otras partes de Europa y Asia a España. Unos emprendedores del fabricante Airnatech habían decidido comprar dos toneladas del material filtrante en mayo y recién en septiembre empezaron la venta de sus mascarillas.

Aunque el uso de mascarillas no es del agrado de todos los españoles, tal como se vio en las protestar de Madrid en agosto en contra de este implemento, es seguro que las personas de primera línea sí esperan atentos no quedarse sin este recurso sanitario en el país, tal como el Gobierno anunció en marzo del año pasado.

De acuerdo con cifras de la Universidad John Hopkins, la cuenta de contagios por COVID-19 en España es de 3,12 millones de personas, mientras que 66.704 han fallecido a causa de esta enfermedad.

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