Más de cien estudiantes involucrados en un macrobrote de coronavirus originado en Mallorca (Islas Baleares), que se ha extendido por toda España, abandonaron este jueves el confinamiento forzoso en la isla, tras dar negativo en las pruebas de COVID-19.
En total, 118 estudiantes de distintas regiones de España regresan a sus casas tras estar confinados en un hotel por contactos directos con personas contagiadas durante viajes de fin de estudio, muy tradicionales en el país.
Los jóvenes, que protestaron por su situación, habían dado negativo en las pruebas de COVID-19, pero estaban aislados en un hotel desde el pasado sábado por orden del Gobierno regional, como medida epidemiológica para impedir la expansión del virus.
Sin embargo, una jueza de Baleares ordenó la salida de la isla de todos los que dieran negativo, como pedían los afectados y sus familias, aunque hoy mismo dos de ellos se tuvieron que quedar a hacer cuarentena porque dieron positivo antes de subir al barco.
Otros 70 positivos también están en el hotel, de cuatro estrellas, hasta completar los diez días de aislamiento.
“Soy libre, qué consuelo”, manifestaba uno de los jóvenes al salir del hotel rumbo al puerto, mientras otro afirmaba: “Muchas ganas de volver a casa”.
El traslado de la mayoría, que costea el Gobierno balear, se hace en un barco de línea regular, en el que no mantendrán contacto con la tripulación ni con el resto del pasaje, mientras otro pequeño grupo abandonó la isla en avión.
Una vez lleguen a Valencia (este), se les realizará un nuevo test antes de que se trasladen a sus distintos lugares de residencia, donde deberán pasar una cuarentena.
La ministra de Sanidad española, Carolina Darias, cifró en 1.824 los contagios en toda España asociados a este macrobrote, relacionado con las actividades de ocio que realizaron los jóvenes en Mallorca, y que mantiene en cuarentena a 5.978 personas en 13 de las 17 regiones españolas, lo que da idea de la expansión de los contagios.
Este macrobrote provocó el incremento de la incidencia acumulada, sobre todo en la franja de edad de menores de 29 años, que se sitúa en un riesgo alto, con más de 250 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días, mientras que la media está en 117.
Fuente: EFE