Las autoridades noruegas informaron este lunes de que investigan la muerte de dos personas más tras recibir la vacuna de AstraZeneca contra el COVID-19 y presentar un cuadro tromboembólico inusual.
Cuatro personas han muerto en total en este país nórdico en las últimas dos semanas con un cuadro que incluye baja cantidad de plaquetas, coágulos en vasos sanguíneos y hemorragias, similar al detectado en varios países.
Otros dos pacientes siguen ingresados en el Hospital Universitario de Oslo (OAS) con síntomas similares, señalaron las autoridades, que han confirmado que varios de los muertos eran personal sanitario menor de 50 años.
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“La Agencia del Medicamento no puede excluir que estos casos puedan tener una conexión con la vacuna”, consta en un comunicado, que destaca que esos síntomas no se han visto en personas que han recibido las otras vacunas contra el COVID-19 que se usan en Noruega, las de Pfizer-BioNTech y Moderna.
Tanto esta agencia como el Instituto de Salud Pública y el OAS colaboran en la investigación de los casos en Noruega, que junto con Dinamarca y Suecia mantiene la suspensión de la vacuna decretada hace más de una semana hasta emitir un dictamen final, anunciado para los próximos días.
Otros países europeos como Italia, España o Alemania han reanudado o tienen previsto reanudar la vacunación con AstraZeneca después de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) asegurara el jueves pasado que no hay evidencias de relación directa con los casos, aunque tampoco lo ha descartado del todo.
Médicos noruegos ven relación entre vacunas y muertes
La unidad de médicos del OAS que investiga los casos notificó ya hace cuatro días que la reacción inmunológica de la vacuna de AstraZeneca es la causante de las trombosis que sufrieron tres sanitarios ingresados en ese centro, uno de ellos muerto hace una semana.
“Hemos hecho varios hallazgos que pueden explicar la evolución clínica de los pacientes. Esos hallazgos respaldan nuestra hipótesis de que tuvieron una fuerte respuesta inmunológica que provocó la formación de anticuerpos, que pudo activar a su vez las plaquetas y causar los trombos”, dijo Pål André Holme, jefe del equipo médico.
Holme aseguró entonces que no veía “otra explicación posible” a esa reacción que la vacuna.
Fuente: EFE