Las encuestas predecían una contienda ajustada, pero la realidad ha sido otra. El republicano Donald Trump volvió a ser electo presidente de EE.UU. (como ocurrió en 2016) al vencer holgadamente a su rival demócrata, la actual vicepresidenta Kamala Harris.
El país norteamericano tiene un sistema de votación indirecto, donde el voto ciudadano se traduce en cantidad de delegados del Consejo Electoral. Estos son 538. Cada estado tiene un número determinado de ellos, lo que guarda relación con el tamaño de su población. Se requieren 270 delegados para llegar a la Presidencia.
Si bien al cierre de esta edición aún se estaba a la espera de conocer al 100% los resultados en los estados de Arizona y Nevada, Trump ya había conseguido 295 delegados y Harris solo 226.
Su victoria fue posible gracias a que venció en los llamados “estados bisagra” (aquellos que pueden decantarse tanto por demócratas como por republicanos), especialmente en los que más delegados aportaban, como Pensilvania, Carolina del Norte, Georgia y Michigan.
Además, según una encuesta a boca de urna de NBC, los latinos y los afroestadounidenses han contribuido al triunfo, votando más por él que hace cuatro años. Trump logró el apoyo del 45% de los votantes hispanos a nivel nacional en comparación con el 53% de Harris. En 2020 la repartición fue 32% y 65%.
El magnate no tardó en proclamarse vencedor. “Lucharé por ustedes, por nuestra familia, por nuestro futuro. Cada día voy a luchar con cada aliento de mi cuerpo”, dijo eufórico al escenario de West Palm Beach, donde recibió los resultados. “Es una victoria política que nuestro país nunca ha visto antes, nada como esto”, agregó el expresidente al público al que prometió que va a “curar el país” y “arreglar la frontera y todo”.
Por su parte, Kamala Harris reconoció ayer públicamente su derrota. “Sé que mucha gente cree que vamos a entrar en una era oscura. Solo cuando está suficientemente oscuro, se pueden ver las estrellas”, dijo Harris en un discurso en la Universidad de Howard, en Washington.
El actual mandatario, Joe Biden, quien se dirigirá hoy a la nación, telefoneó al republicano para mostrar su compromiso con “una transición pacífica y enfatizó la importancia de trabajar de forma conjunta para unir el país”, para lo que le emplazó a una reunión en la Casa Blanca.
Reacciones
Líderes de distintas partes del mundo no tardaron en felicitar a Trump por su victoria.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, mantuvo un diálogo telefónico con el magnate para trasladarle sus felicitaciones. “La conversación fue cálida y cordial. Ambos acordaron trabajar juntos por la seguridad de Israel y también hablaron sobre la amenaza iraní”, indicó un comunicado de la oficina del primer ministro.
También el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, felicitó Trump por su “impresionante victoria”. “En los asuntos internacionales, aprecio el enfoque del presidente Trump de la ‘paz a través de la fuerza’. Ese es exactamente el principio que puede traer una paz justa a Ucrania”, dijo Zelenski en un comunicado publicado en sus redes sociales.
Trump ha repetido en numerosas ocasiones que es capaz de imponer la paz en Ucrania “en 24 horas”. Igualmente, ha criticado el ingente apoyo militar y financiero brindado por la administración Biden para hacer frente a la invasión rusa, iniciada en febrero de 2022.
Moscú, cuyas relaciones Occidente y EE.UU. están altamente deterioradas a causa de la guerra en Ucrania, también se manifestó sobre la victoria del republicano. El Kremlin indicó que el presidente Vladimir Putin no prevé felicitar a Trump y que juzgará su Presidencia “según sus actos”. “No nos hacemos ilusiones sobre el presidente electo estadounidense”, señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso.
China, que fue blanco de duras críticas de Trump durante su primen mandato, señaló que espera una “coexistencia pacífica” con Washington, según una portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Beijing.