Durante su discurso de investidura como presidente número 47 de Estados Unidos, Donald Trump realizó dos polémicos anuncios: renombrar el Golfo de México como “Golfo de América” y retomar el control del Canal de Panamá, medidas que describió como parte de su visión para la “restauración de América”.
“Dentro de poco, vamos a cambiar el nombre del Golfo de México a ‘Golfo de América’”, declaró Trump, reiterando una propuesta que ya había mencionado tras su victoria electoral en noviembre pasado. El mandatario destacó que esta medida busca fortalecer el sentido de identidad y liderazgo de Estados Unidos en la región.
Además, Trump afirmó su intención de “retomar” el control del Canal de Panamá, argumentando que el actual acuerdo con Panamá ha sido violado.
“China está operando el Canal de Panamá. Pero no se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá, y lo vamos a retomar. Hemos sido tratados muy mal por este imprudente regalo que nunca tuvimos que entregar”, aseveró Trump, refiriéndose al traspaso del canal en 1999 tras el cumplimiento del tratado Torrijos-Carter.
El presidente también criticó las tarifas impuestas a los navíos estadounidenses y denunció un trato desigual hacia Estados Unidos. “El propósito de nuestro acuerdo y el espíritu de nuestro tratado ha sido totalmente violado”, añadió.
Un discurso cargado de nacionalismo
El discurso de Trump estuvo marcado por un fuerte tono nacionalista, con promesas de devolver a Estados Unidos su posición como “la nación más grande, poderosa y respetada de la Tierra”. Estas declaraciones forman parte de su estrategia para inaugurar lo que él llamó una “nueva era dorada” para el país.
La propuesta de renombrar el Golfo de México a “Golfo de América” ya está siendo debatida en el Congreso, impulsada por la facción más conservadora. Por otro lado, la promesa de recuperar el Canal de Panamá podría generar tensiones diplomáticas con Panamá y otros países interesados en el comercio global que atraviesa esta vía marítima estratégica.