El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, derogó este sábado el estado de excepción por grave conmoción interna, decretado en 6 de las 24 provincias del país en el marco de las protestas lideradas por los indígenas por la carestía de la vida.
Con la suscripción del decreto 461 dio por terminada la medida que incluía a las provincias de Chimborazo, Tungurahua, Cotopaxi, Pichincha, Pastaza e Imbabura, donde se habían concentrado las protestas encabezadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie).
El estado de excepción había sido decretado por Lasso desde el pasado sábado 18 de junio inicialmente para tres provincias (Imbabura, Pichincha y Cotopaxi) que luego amplió el martes 21 de junio a otras tres (Tungurahua, Chimborazo y Pastaza).
La decisión se conoció mientras el pleno de la Asamblea Nacional desarrolla una sesión virtual para tratar, como único punto, un pedido de destitución del presidente Lasso, quien el viernes denunció un intento de golpe de Estado en su contra.
La petición de la destitución del gobernante la realizaron asambleístas afines al expresidente Rafael Correa (2007-2017) bajo la causal de grave conmoción interna debido a la ola de protestas contra el alto costo de la vida y las políticas económicas del Ejecutivo.
La ley orgánica de la Asamblea obliga a que la sesión para debatir la destitución presidencial se convoque en menos de 24 horas desde la presentación de la solicitud, y a ella también está convocado el mismo presidente para exponer sus alegaciones.
Luego del debate, el Parlamento tiene 72 horas para votar la continuidad del mandatario, para lo que requiere una mayoría de dos tercios, equivalente a 92 de los 137 asambleístas.
El movimiento indígena exige el cumplimiento de un pliego de diez demandas, entre ellas que se reduzcan y congelen los precios de los combustibles, que se controlen los precios de los productos de primera necesidad, que no se privaticen empresas estatales y que no se amplíe la actividad petrolera y minera en la Amazonía.