La medida forma parte del programa de “autodeportación” impulsado por la Casa Blanca y estará vigente solo durante la temporada navideña. (Photo by CHARLY TRIBALLEAU / AFP)
La medida forma parte del programa de “autodeportación” impulsado por la Casa Blanca y estará vigente solo durante la temporada navideña. (Photo by CHARLY TRIBALLEAU / AFP)

El gobierno del presidente Donald Trump anunció que triplicó hasta 3.000 dólares el incentivo económico que ofrece a migrantes en situación irregular que abandonen voluntariamente Estados Unidos, como parte de una campaña especial vigente únicamente durante la temporada navideña.

La información fue difundida a través de la página oficial del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS), que denomina este pago como un “bono” para quienes decidan “volver a casa por Navidad”.

Programa de autodeportación vigente desde mayo

Las autoridades estadounidenses pusieron en marcha en mayo de este año un programa de “autodeportación”, mediante el cual los migrantes sin permiso de residencia pueden salir del país de forma voluntaria a cambio de 1.000 dólares, además de la cobertura de los costos del viaje.

Sin embargo, el DHS precisó que hasta finales de año el monto se incrementará de manera excepcional a 3.000 dólares, con el objetivo de acelerar la salida voluntaria de personas en situación migratoria irregular.

Advertencia a quienes no acepten la oferta

El departamento, actualmente dirigido por Kristi Noem, advirtió que los migrantes que no se acojan a esta medida enfrentarán consecuencias más severas.

“Los extranjeros en situación ilegal que no aprovechen esta oferta especial solo tendrán una alternativa: serán detenidos, expulsados y no podrán volver nunca más a Estados Unidos”, señala el comunicado oficial del DHS.

Endurecimiento de la política migratoria

Desde su regreso al poder en enero, el presidente Trump ha intensificado su política contra la inmigración irregular, con expulsiones masivas, mayores controles fronterizos y un endurecimiento significativo de las condiciones de ingreso al país y de la concesión de visados.

Estas medidas han generado debate dentro y fuera de Estados Unidos por su impacto humanitario y por el mensaje disuasivo que busca enviar a quienes intentan ingresar o permanecer en el país sin autorización.