Siempre tiene que haber un número uno y en el mundo de las finanzas ese honor lo disputan el estadounidense Jeff Bezos (de 57 años) y el sudafricano Elon Musk (49 años). Ellos han relegado a otros pesos pesados como el fundador de Microsoft, Bill Gates; Bernard Arnault, propietario del grupo de artículos de lujo LVMH; y el dueño de Facebook, Mark Zuckerberg.
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En una carrera en la que no hay nada dicho, Musk —fundador del fabricante de vehículos eléctricos de alta gama Tesla y director de la empresa espacial SpaceX— ha arrebatado el título del hombre más rico del planeta a Bezos, propietario del gigante de internet Amazon. Este último llegó a lo más alto del ranking de multimillonarios en 2017.
Comenzado el 2021, sin embargo, la fortuna del sudafricano se había calculado en 185 mil millones de dólares, con lo cual se coronó como el más acaudalado del globo. No obstante, para inicios de febrero la revista Forbes señaló que el capital de Bezos había ascendido a 196 mil millones. Así, el norteamericano volvió al primer puesto.
Pero la sonrisa le ha durado poco a Bezos. La semana pasada, Musk consiguió reunir 850 millones para SpaceX. Con ello, el valor de la empresa trepó hasta los 74 mil millones de dólares. No fue lo único que subió, de acuerdo con la revista Fortune el patrimonio del dueño de Tesla es ahora de 199,900 millones, mientras que el de Bezos se sitúa en torno a los 194,200 millones. En términos comparativos, el patrimonio de cada uno es mayor al PBI de países como Ecuador, que se sitúa alrededor de los 100 mil millones de dólares.
Perfiles
Bezos nació como Jeffrey Preston Jorgensen. Fue adoptado de niño por su padrastro Miguel Bezos, un inmigrante cubano. Estudió en Florida y en la prestigiosa Universidad de Princeton y trabajó varios años en Wall Street antes de lanzar Amazon, firma líder del comercio en línea. El éxito mundial de la empresa, y su consiguiente ascenso en el mercado bursátil, le permitieron convertirse en el hombre más rico del mundo en 2017. Es también es propietario del diario Washington Post y de la sociedad espacial Blue Origin.
A pesar de su meteórico ascenso en el mundo de las finanzas, siempre ha preferido la discreción y su personalidad contrasta con la de Musk, muchísimo más extrovertida. De hecho, Bezos presume de ser un ‘hombre normal’: “Estoy bastante convencido de que fregar los platos es lo más sexy que hago”, reconoció en una entrevista.
Musk en cambio adora las cámaras y acaparar titulares. En pocas palabras, parece amar la polémica. En 2018 apareció en un programa de radio grabado en video bebiendo whisky y fumando marihuana. En 2020, anunció que su último hijo se llamaría X Æ A-12, y días atrás no dudó en invitar al presidente ruso Vladimir Putin a una conversación por redes sociales.
Pero su excentricidad no es impedimento para su genio. A los 9 años de edad comenzó con la programación informática. A los 12 hizo su primer negocio cuando vendió, por 500 dólares, el código fuente de un videojuego. El grueso de la riqueza de Musk está constituido por acciones, parte de las cuales sirven de garantía a préstamos para invertir en sus empresas, según Forbes.
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