La empresa All Music Works (AMW) se presenta como pionera en la creación de artistas digitales generados completamente mediante IA, prometiendo revolucionar la industria musical con eficiencia y creatividad.
La ciudad de Málaga se ha convertido en el epicentro de esta innovadora iniciativa, liderada por Carlos Zehr, fundador de AMW, quien asegura que la discográfica es capaz de competir con gigantes de la industria como Warner Music, pero a una fracción del costo y en una fracción del tiempo. “Hacemos en un mes y con una décima parte del presupuesto lo que ellos logran con diez artistas en un año”, afirmó.
Un enfoque creativo y legalmente original
A diferencia de otros proyectos basados en IA que reutilizan voces o estilos protegidos por derechos de autor, AMW apuesta por la originalidad total. Cada artista creado pasa por un proceso creativo que comienza en papel, con el diseño de una biografía detallada que define su estética, historia personal y estilo musical.
“Es un trabajo que combina herramientas avanzadas de inteligencia artificial con talento humano”, explicó Zehr. Esto incluye desde la creación de voces únicas entrenadas con grabaciones reales hasta la composición de canciones que se ajustan al perfil del personaje digital.
El equipo, formado por expertos en diseño y producción musical, garantiza la supervisión humana en todas las etapas del desarrollo, abordando así las cuestiones legales y creativas que rodean la autoría de obras generadas por IA.
Artistas virtuales para conquistar las plataformas digitales
Entre los primeros nombres que AMW ha llevado a plataformas como Spotify y TikTok están Peggaeo, Miyoo y The Good Dog, quienes exploran géneros como el trap, el indie, el rock, el reguetón y el pop. Estos artistas digitales no solo cantan, sino que también cuentan con narrativas que los conectan con sus audiencias, al estilo de un “alter ego” creado por el colectivo.
Zehr destacó que este modelo no solo reduce costos y tiempos, sino que también redefine el concepto de creatividad: “Si yo construyo las directrices, la obra es arte. Son extensiones de nuestra imaginación, pero sin poner nuestra cara”.
Con esta apuesta, AMW busca cambiar el paradigma de la industria musical, liderando una nueva era donde la inteligencia artificial y la creatividad humana trabajan de la mano para dar forma al futuro de la música.