El equipo se formó a mediados del año pasado. (Foto: NASA)
El equipo se formó a mediados del año pasado. (Foto: NASA)

Tras meses de trabajo, un informe de expertos recomendó el jueves que la NASA desempeñe en el futuro un papel clave en el estudio de los ovnis.

El año pasado, la Agencia Espacial Estadounidense (NASA) anunció la puesta en marcha de una investigación independiente sobre este tema, dirigida por un grupo de eminentes científicos y expertos aeronáuticos.

El informe, publicado el jueves, recomienda que la NASA “desempeñe un papel de liderazgo en un esfuerzo gubernamental para comprender” estos “fenómenos anómalos no identificados”.

La importancia de “detectar” estos fenómenos con “sensores múltiples y bien calibrados es primordial”, y la NASA tiene una gran “experiencia” en este campo, que podría utilizarse como parte de una “rigurosa campaña de recogida de datos”, subraya el informe.

La NASA puede, por ejemplo, analizar si determinados fenómenos meteorológicos coinciden con la observación de estos objetos, argumenta.

También recomienda una mayor participación del público en general, con el desarrollo de un sistema de recogida de grabaciones tomadas con teléfonos móviles, por ejemplo.

La NASA dio una conferencia de prensa para presentar el trabajo en presencia de su director, Bill Nelson, y de David Spergel, el astrofísico que dirige la investigación.

El objetivo del informe no era analizar uno por uno los eventos observados ni intentar explicarlos, sino formular recomendaciones sobre cómo estudiarlos en el futuro.

El término OVNI ha sido reemplazado en la jerga del gobierno por UAP (fenómenos anómalos no identificados). La idea es desestigmatizar el tema.

La NASA define estos fenómenos como “la observación de eventos en el cielo que no pueden identificarse científicamente como un avión o un fenómeno natural conocido”.

Si bien reconoce la existencia de tales eventos y la necesidad de tomarlos en serio, la NASA lleva un año repitiendo que no hay pruebas de que tengan un origen extraterrestre.

Durante una reunión en junio, los expertos subrayaron la necesidad de recopilar más datos, de una manera mucho más rigurosa que hasta ahora. Un miembro del panel pidió la creación de una oficina dedicada al tema dentro de la agencia espacial.

Al inicio de los trabajos se anunciaron tres objetivos. En primer lugar, recopilar toda la información disponible públicamente, de gobiernos, empresas privadas, asociaciones e incluso particulares. Luego, determinar qué información falta y cuál es la mejor manera de recopilarla. Finalmente, pensar en cuáles son las mejores herramientas para analizarlos en el futuro.

Según algunos expertos, se podrían descubrir así nuevos fenómenos físicos que explicarían determinados fenómenos.

La inteligencia estadounidense y el Pentágono también han investigado la cuestión, subrayando que afecta tanto a la seguridad nacional como a la del tráfico aéreo.

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