El Gobierno de Japón anunció este lunes que planea volver a declarar el estado de emergencia sanitaria en Tokio y alrededores en los próximos días, lo que supondrá la imposición de nuevas restricciones para frenar el continuo aumento de contagios de COVID-19.
El primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, señaló hoy su intención de recurrir a esta medida excepcional que ya fue aplicada la pasada primavera durante la primera ola de infecciones en su país, ante los niveles récord de nuevos contagios que viene registrando en los últimos días, con Tokio a la cabeza.
“Consideraremos la declaración de un nuevo estado de emergencia”, dijo Suga en una comparecencia ante los medios celebrada este lunes, en la que también destacó la necesidad de “enviar un mensaje más fuerte” en vistas al preocupante aumento de contagios observado en Tokio y alrededores.
La capital nipona registró el pasado jueves más de 1.300 infecciones, el nivel más alto hasta la fecha, el mismo día en que el país superó también los 4.000 contagios por primera vez.
Este lunes, la cifra diaria de contagios de la capital fue de 884, mientras que el número de pacientes graves ascendió a 108, la más alta hasta la fecha. Tokio suma más de 63.400 infecciones y acumula la mayor parte de los casos registrados en todo Japón, unos 245.200, con 3.632 fallecidos.
Estado de emergencia limitado
La medida afectará en principio a la capital y a las prefecturas colindantes de Chiba, Saitama y Kanagawa, y se espera que entre vigor el próximo sábado y se prolongue durante un mes, según los detalles filtrados por fuentes oficiales a los medios locales.
Suga, quien hasta ahora se había mostrado reacio a recurrir a un nuevo estado de emergencia debido a su alto impacto económico, ha cambiado de opinión después de que el pasado fin de semana los gobernadores de Tokio y las otras tres prefecturas solicitaran al Ejecutivo central hacer uso de esa disposición legislativa.
La declaración del estado de emergencia es una competencia exclusiva del Gobierno central y debe basarse en las opiniones de expertos sanitarios que asesoran al Ejecutivo.
En la práctica, esta medida concede a las autoridades regionales el poder de cerrar centros educativos y otras instituciones públicas, cancelar eventos multitudinarios y solicitar a negocios considerados no esenciales que reduzcan sus horarios de apertura, entre otras acciones.
El primer ministro nipón, no obstante, apuntó a un estado de emergencia más “limitado” que el que se aplicó en todo el país entre los pasados meses de abril y mayo, al sugerir que las restricciones se centrarán en establecimientos como bares y restaurantes.
“Definiremos los detalles lo antes posible para reducir con eficacia los riesgos de infección mientas los ciudadanos comen o beben”, declaró Suga, quien señaló que la mayoría de los nuevos contagios registrados en las últimas semanas se producen en bares y restaurantes.
El Gobierno empleará una combinación de “incentivos y multas” para lograr que sus recomendaciones sobre horarios de apertura y medidas preventivas sean cumplidas por los negocios, añadió Suga.
Por el momento no se contempla el cierre de centros educativos, según manifestó por su parte el ministro a cargo de respuesta contra la pandemia, Yasutoshi Nishimura.
La declaración del estado de emergencia tampoco conllevará en ningún caso el confinamiento obligatorio de la población de las regiones afectadas, ya que la legislación nipona no incluye disposiciones para imponer esa medida.
Sin vacunas hasta finales de febrero
El primer ministro japonés también anunció los planes de Gobierno para iniciar hacia finales de febrero la campaña nacional de vacunación contra la COVID-19, una vez se complete el proceso de autorización por parte de las autoridades nacionales.
Los primeros grupos de población en ser vacunados serán el personal médico, las personas de edad más avanzada y las residencias de ancianos, avanzó.
El propio líder nipón, de 72 años, estará entre esas primeras personas que reciban la vacuna “para dar ejemplo”, según indicó.
Suga también reafirmó que los Juegos Olímpicos de Tokio se celebrarán dentro de lo previsto el próximo verano pese al aumento de los contagios en Japón y a las restricciones fronterizas que aplica el país, que en la práctica prohíben la entrada de extranjeros con algunas excepciones.
Fuente: EFE