El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, pronuncia un discurso durante la cumbre COP27 en la ciudad turística de Sharm el-Sheikh, en el Mar Rojo, en Egipto, el 11 de noviembre de 2022. (Foto de AHMAD GHARABLI / AFP)
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, pronuncia un discurso durante la cumbre COP27 en la ciudad turística de Sharm el-Sheikh, en el Mar Rojo, en Egipto, el 11 de noviembre de 2022. (Foto de AHMAD GHARABLI / AFP)

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha eclipsado, con un discurso plagado de arengas a favor de la lucha global contra el cambio climático, los alarmantes datos del último informe de global Carbon Projet que alertan de que las emisiones de CO2 se mantienen en niveles récord y crecerán un 1 % en 2022.

La intervención de Biden en la cumbre del clima de Egipto (COP27) ha durado poco más de veinte minutos y ha tenido lugar ante un auditorio repleto de asistentes que han interrumpido con aplausos su oratoria en varias ocasiones.

“Estados Unidos está actuando y todos tienen que actuar” en la lucha contra el cambio climático, ha aseverado Biden, que en un mensaje a los países avanzados ha dicho que “si se puede financiar el carbón en los países en desarrollo, no hay razón para no financiar” el despliegue de energías limpias en ellos.

“Para doblegar la curva de emisiones, todos los países tienen que actuar. En esta reunión debemos renovar y elevar nuestras ambiciones climáticas. Estados Unidos está actuando, todos tienen que actuar. Es un deber y responsabilidad de liderazgo global”, según Biden, que durante su intervención ha tenido un lapsus y reconoció que estaba leyendo el telepromter.

Los países en posición de ayudar deberían estar ayudando a los países en desarrollo para que puedan tomar decisiones climáticas decisivas, según Biden, que, por contra, no ha aludido a una cuestión central de la COP27, compensar a los países más vulnerables por los daños y perdidas que provocan en su territorio los efectos del cambio climático.

El presidente de Estados Unidos se ha disculpado porque su país se retirara del Acuerdo de París bajo la presidencia de su predecesor, Donald Trump, y ha asegurado que cumplirán sus compromisos de reducción de emisiones para 2030.

“Levantamos el vuelo para hacer nuestra parte, para evitar el infierno climático del que nos advirtió apasionadamente el secretario general de las Naciones Unidas a principios de esta semana”, ha afirmado Biden.

En línea con el discurso en la COP27 de los líderes europeos, ha subrayado que la guerra en Ucrania fortalece la urgencia de la necesidad de la transición energética fuera de los combustibles fósiles.

Biden anunció que Estados Unidos duplicará su compromiso de aportación del Fondo de Adaptación, hasta 100 millones de dólares, y que destinará 150 millones de dólares en ayudas para acelerar el Plan de Emergencia del Presidente para la Adaptación y la Resiliencia (PREPARE) en África.

Con esta intervención, que ha desatado reacciones en cadena a favor y en contra, Biden ha eclipsado el informe anual de la alianza Global Carbon Projetc, que advierte de que las emisiones globales se mantienen en niveles “récord sin signos de descenso” y que cerrarán 2022 con un incremento del 1 %, por lo que urge actuar para evitar que en menos de una década los daños sean realmente graves.

“Si los actuales niveles de emisiones persisten, hay un 50 % de probabilidades” de que el aumento de la temperatura del planeta, respecto a los niveles preindustriales, supere en 9 años los 1,5°C grados”, el límite para evitar daños graves a la humanidad, según los científicos.

De acuerdo al informe, se prevé que en 2022 las emisiones de gases de efecto invernadero sumen 40,6 gigatoneladas de CO2 (GtCO2), próximas al máximo histórico de 40,9 que se alcanzó en 2019, año previo a la pandemia.

Según las previsiones incluidas en el documento, se prevé que las emisiones disminuyan en China (0,9 %) y Europa (0,8 %), y que por contra aumenten el 1,5 % en Estados Unidos.

Fuente: EFE


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