“No quiero ir con mi mami”, lloraba desconsoladamente la pequeña Julissia Batties ante su abuela paterna. Esta niña de 7 años, que fue hallada muerta en casa de su madre, en el barrio estadounidense del Bronx el pasado 10 de agosto, nunca reveló el temor hacia la mujer que le dio la vida y por el contrario pedía ayuda a la policía.
En un desgarrador audio entregado recientemente por las autoridades, Julissia le decía a Yolanda Davis, su abuela paterna y madre adoptiva, que no quería ir con su madre biológica Navasia Jones, quien perdió la custodia de la niña al nacer, junto con cuatro hijos, por presunta negligencia y maltrato físico, señala el New York Post.
“¿Por qué lloras, punky?”, le preguntó Davis. “Tienes que ver a mami”, agregó. Según el audio, Julissia se sorprendió y gritó: “¡Noooo!”.
“¿Por qué? ¿Por qué sucedió?” preguntó la abuela. “No quiero ir”, gritó Julissia, sin dar una razón.
Cuando la niña le dijo a su abuela que “llamara a la policía”, Davis se sorprendió.
“¿Para qué llamo a la policía?” ella preguntó. “Porque no quiero ir con mami”, lloró desconsolada Julissia.
A pesar de los llantos de súplica, la pequeña fue enviada con su madre, quien tenía derecho a verla durante los fines de semana, según la orden del juez.
Sin embargo, en junio de 2021, la Administración de Servicios para Niños de la ciudad de Nueva York le entregó la custodia completa Julissia a su madre. Menos de dos meses después, el 10 de agosto, la pequeña estaba muerta.
Un caso sin resolver
Según las primeras declaraciones que brindó Jones a las autoridades, su hija se cayó y se golpeó la cabeza contra un escritorio. Su hijo mayor, de 17 años, también señaló que goleó a la pequeña al menos 8 veces el día murió, pero las autoridades decidieron que esos golpes no la mataron.
Después del supuesto accidente casero, Julissia comenzó a vomitar y se desmayó. Su madre llamó al 911 y fue llevada de emergencia al hospital, Lincoln, pero no pudo ser salvada. Según los médicos que la atendieron, la pequeña falleció de “traumatismo abdominal por fuerza contundente”.
La policía señaló que la trágica muerte de la menor es un homicidio, sin embargo, casi nueve meses después, nadie ha sido arrestado. “La investigación está en curso”, dijo un portavoz el viernes.
Julissia y una trágica infancia
Julissia nació en el Kings County Hospital bajo el cuidado de ACS, la agencia encargada de proteger a los niños más vulnerables de la ciudad. Los padres no tuvieron derecho a quedarse con la pequeña, por su historial violento con sus otros hijos, por lo que fue entregado a su abuela paterna Yolanda Davis durante los primeros 3 años de vida.
Sin embargo, la ACS le quitó la custodia a Jones luego de enterarse que ella dejó que su hijo entrara a la casa para visitar a su Julissia.
La ACS devolvió a Julissia a Davis en 2018, luego de solicitar una audiencia de la Oficina de Servicios para Niños y Familias del estado.
En informes psicológicos de 2019 y principios de 2020, los terapeutas observaron que Julissia estaba triste y retraída con su madre, pero tranquila con su padre.
“No quiero ir con mamá”, habría señalado la niña durante una sesión de terapia, según un informe.
Poco antes de su muerte, vecinos y amigos de Julissia la vieron usando gafas de sol, aparentemente para ocultar un ojo morado. Según la investigación, un hermano menor la golpeó con una pistola de juguete por accidente.
“En mi espíritu, sentí que algo andaba mal con mi bebé”, dijo Davis al Post, responsabilizando a la agencia ACS por ignorar las señales de alerta. “Hay otros padres que están pasando por lo mismo. Esa agencia necesita ser investigada. Me trataron como basura. No hicieron su trabajo”.
“La muerte de Julissia fue una tragedia terrible”, dijo una portavoz de la institución. “Aprovechamos cada oportunidad para revisar continuamente nuestro trabajo e identificar oportunidades para fortalecer nuestras políticas y prácticas”.