El papa León XIV dispuso el envío de tres camiones con ayuda humanitaria a las zonas de Ucrania más afectadas por los recientes ataques rusos, donde miles de familias permanecen sin acceso regular a electricidad, agua potable y sistemas de calefacción en pleno invierno.
La información fue confirmada por el cardenal Konrad Krajewski, responsable de las acciones caritativas del Vaticano, quien explicó que el cargamento fue dirigido a comunidades severamente golpeadas por los bombardeos.
Los camiones transportan alimentos de emergencia que, al mezclarse con agua, se convierten en sopas calientes con alto valor nutricional. Estos productos están diseñados para su rápida preparación en contextos donde el acceso a cocinas, energía eléctrica o gas es limitado.
Parte de la ayuda fue donada por una empresa alimentaria internacional y llegó al Vaticano días antes de Navidad, desde donde fue redirigida hacia territorio ucraniano.
Apoyo del Vaticano en medio de la crisis
El envío de estos suministros se da en un contexto de deterioro humanitario en varias regiones del país europeo, donde los ataques han afectado viviendas, hospitales y servicios básicos. Miles de edificios residenciales, especialmente en Kiev, quedaron sin calefacción tras los recientes impactos sobre la infraestructura energética.
Las temperaturas cercanas a los cero grados agravan la situación de las familias que han quedado expuestas al frío y sin condiciones mínimas de habitabilidad.
Cabe señalar que en las últimas horas, Rusia lanzó una nueva ola de ataques contra la capital ucraniana y otras regiones del noreste y sur del país. Las autoridades locales reportaron al menos una persona fallecida y cerca de veinte heridos en Kiev, además de incendios y daños en edificaciones.
Los bombardeos incluyeron el uso de drones y misiles, algunos de ellos de alta velocidad, dirigidos tanto a objetivos urbanos como a infraestructura eléctrica.





