Un hombre dedicado a los negocios falleció de manera repentina mientras recibía un tratamiento dental en la silla del dentista.
Se trata de Tony Rogers un irlandés que viajó a Estambul, capital de Turquía, para el pasado 4 de abril someterse a dicho procedimiento.
Según El Clarin, el hombre falleció tras recibir la anestesia. Él tenía 66 años y era un conocido empresario. Su familia y amigos están tratando de averiguar lo que pasó, aunque se sospecha de una reacción.
Según señalaron, no se sabía que este tenía un problema de salud, ni amigos, ni su hijo o sus dos hijas.
Era dueño de Tony’s Cabs (Irlanda), una compañía de taxis de Drogheda, uno de los pueblos más antiguos de Irlanda. En su ciudad natal es una figura bastante popular.
“Es un gran shock y todo fue muy repentino. Estamos tratando de averiguar qué le sucedió exactamente. Obviamente tuvo una reacción al tratamiento estético que le dieron”, señaló un amigo a The Irish Mirror.
Según el citado medio, Turquía es un destino preferido de los irlandeses para recibir un tratamiento dental, pues es más cómodo que Irlanda.
Su muerte fue utilizada para prevenir a las personas de peligros de recibir un tratamiento dental en otro país.