Cuando alguien compra un pasaje de avión, tiene la oportunidad de escoger un asiento en específico para su comodidad pagando un extra adicional al costo del boleto, ya que la mayoría de las aerolíneas te otorga uno número al azar.
Sin embargo, siempre existe alguien que solicita intercambiar asientos para estar cerca del familiar con el que viaja, tal vez un niño o una persona vulnerable. Esto sucedió en Japón, cuando un hombre y una madre de familia se vieron envueltos en una discusión que se volvió viral, cuenta Clarin.
Este incidente causó un gran revuelo en las redes sociales y generó debate entre los cibernautas, quienes estuvieron a favor y en contra de la actitud de la mujer que solicitaba el cambio.
Discusión por el asiento
En Reddit, un pasajero de avión contó recientemente su experiencia con una mujer que le solicitó cambiar su asiento para que viaje junto a su menor hija, quien estaba al lado del hombre.
El sujeto, quien no quiso revelar su identidad, había adquirido un pasaje con asiento al lado de la ventana, por lo que vio poco probable cambiar el lugar con alguien y calificó de “irritante” la actitud de la mujer.
La madre tenía un asiento en el medio detrás de la fila en la que estaba su hija, por lo que le pidió al hombre que intercambiara el asiento con ella; sin embargo, el pasajero se negó a acceder a la solicitud y permaneció en su lugar junto a la niña alegando que no era su problema.
Esta respuesta ofuscó a la mujer, pero, según cuenta el hombre, no le pidió a nadie más intercambiar el asiento, por lo que consideró que la madre quería ese lugar en específico.
La publicación que se hizo viral
“Una mujer me pidió que me cambiara en un vuelo de TPAC desde Japón. Yo estaba en la ventana y su hija pequeña en el medio a mi lado, mientras la mujer se encontraba el asiento del medio en la fila detrás de mí”, señala el texto de la historia.
“Ella me pidió solo a mí que cambiara con ella para poder tener mi asiento junto a la ventana (al lado de su hija) y yo tomaría su asiento del medio una fila atrás”, detalló el hombre.
“Diablos, no, no. No es mi problema que no hayan reservado juntos. Lo peor es que estábamos rodeados por otros de su grupo turístico, y hasta podría haber pedido un intercambio de tres lugares”, agregó.
Y agrega para concluir que “también podía haberlo pensado y aclarado al operador turístico, en lugar de preguntarme solo a mí y esperar un trato inferior de mi parte”.
¿Cuál fue el final de la historia?
El pasajero asegura que hizo caso omiso a la solicitud de la madre y, por el contrario, se tomó una pastilla para dormir y viajó en su asiento durante todo el vuelo.
“La combinación de una pastilla para dormir y el hecho de que se portó muy bien (la niña) hizo que fuera un viaje muy placentero”, detalló el protagonista.
“La madre se molestó un poco, probablemente como castigo por no moverme. Pero una vez que la pastilla hizo efecto todo fue viento en popa”.
Esta historia despertó el interés de los cibernautas, quienes se atrevieron a comentar luego de leer la historia.
“Cuando mi hijo tenía 2 años, teníamos tres asientos separados uno del otro. Quedé sentado pegado a la ventana junto a una pareja joven y agradable. Estaba frenético, maldiciéndome y tan pronto como pude corrí al frente para ver si estaba bien”, cuenta su experiencia un usuario.
Otro apoyó el reclamo señalando que “la asignación de asientos para otras personas no es tu problema. Tuvieron las mismas oportunidades para reservar. Si un padre es irresponsable que no espera que otros resuelvan su problema”.