El 2023 fue el peor año para la economía nacional en el presente siglo, sin contar los tiempos de pandemia. De acuerdo al BCR, nuestro crecimiento en el año será negativo y todos los analistas económicos coinciden en que debemos buscar crecer sostenidamente por encima del 5% o 6% en los próximos años para poder reducir la pobreza.
Por ello, para retomar la senda del crecimiento en este 2024, es fundamental que todos los poderes del Estado den señales de estabilidad institucional para poder generar confianza en los inversionistas, transmitir los mensajes correctos para darle la bienvenida a la inversión.Asimismo, en un contexto de recesión como el actual, es sumamente importante que todos los motores de la actividad económica peruana, como la pesca, se mantengan prendidos a fin de atender las necesidades de las poblaciones más vulnerables.
En lo que respecta al sector pesquero en particular, debemos aprovechar nuestros recursos hidrobiológicos sostenible y oportunamente.
Tal es el caso de la apertura de las temporadas de pesca de anchoveta, que son claves para el crecimiento del país, así como la asignación técnica de las cuotas de jurel. La única variable que el gobierno no puede cambiar son los efectos negativos del clima, pero éste es cambiante, y apenas haya evidencias que las condiciones ambientales y biológicas son favorables, las decisiones para autorizar la pesca deben ser inmediatas.
Esperamos un 2024 mucho más dinámico que los años anteriores, donde tanto el sector público como el privado logremos trabajar unidos para retomar el crecimiento.
