Hace 32 años, en la noche del sábado 12 de setiembre de 1992, cuando el Perú vivía en medio de una crisis política, económica y de violencia extrema generada por dos bandas terroristas, todo lo cual había llevado a que los que podían se iban del país a trabajar de lo que sea en cualquier lugar del extranjero, un grupo de policías dio un golpe mortal a Sendero Luminoso al capturar a su cabecilla máximo, el genocida Abimael Guzmán, quien se escondía en una casa de Surquillo al amparo de las faldas de un grupo de mujeres.
El arresto de Guzmán fue un destello en medio de la oscuridad. Ocurrió cuando muchos pensábamos que el Perú era inviable y que el terrorismo nos ganaba la guerra. Meses antes estos criminales habían volado un coche bomba en la calle Tarata y asesinado brutalmente a María Elena Moyano en Villa El Salvador. Ver el célebre video en blanco y negro, donde se mostraba al carnicero cabecilla de Sendero Luminoso con un número colgado en el pecho como un vil delincuente, cosa que era, nos dio un respiro.
Uno de los protagonistas de la llamada “Captura del Siglo” fue el hoy general PNP Julio Becerra Cámara, actual jefe de la Región Policial Cusco, quien cuando era un jovencísimo alférez de 23 años de edad, fue el primero en ingresar a la habitación donde se escondía Guzmán, colocarle su revólver en la cara, reducirlo y anunciarle que estaba bajo arresto, para felicidad de millones de peruanos que apenas conocida la noticia salieron a las calles a celebrar la caída del mayor criminal que registra la historia del Perú.
Sucedió durante el gobierno de Alberto Fujimori, quien ayer falleció a causa de los múltiples males que lo aquejaban. Fue un personaje que más allá de los errores y delitos que cometió en sus 10 años de mandato, tuvo la voluntad política de hacer frente a las sanguinarias bandas terroristas que nos tenían contra la pared, algo que se exige hoy para erradicar a la delincuencia callejera que se traduce en asesinatos, robos y extorsiones que nos afectan a todos.
Fechas como estas deberían servir para recordar lo que sucedió en el Perú hace tres décadas, una situación que lamentablemente no es del todo parte de nuestra lejana historia si se tiene en cuenta que hace apenas tres años, los peruanos cometieron el inmenso e histórico error de elegir como presidente a Pedro Castillo, un filosenderista que venía apadrinado por los grupos de fachada de la banda armada que estuvo cerca de hacer estallar este país con todos nosotros adentro. No lo olvidemos.