Hace algunas semanas, Spotify, poderosa aplicación para la difusión de música vía streaming, difundió los resultados anuales de la cantidad de reproducciones que han logrado cantantes y grupos a nivel global. La información resulta imprescindible para los que buscan analizar cómo se desarrollan las carreras de los integrantes de la industria musical. Desgranando esas cifras, se identifican las buenas decisiones que han llevado a cantantes y grupos a lugares de excelencia, y también se logra corregir errores para seguir creciendo en un ambiente cada vez más competitivo. ¿Cómo vamos por casa respecto a esa información? En el primer lugar en el Perú, con 154.5 millones de reproducciones durante 2023, se ubica el Grupo 5, que a su llegada a la plataforma en 2017 debutó con 14 millones de reproducciones y su crecimiento ha sido impresionante, dejando detrás a importantes figuras locales. Cuál es la fórmula para crecer no solamente en Spotify, sobre todo en una industria que exige muchas veces dejar sangre, sudor y lágrimas en los escenarios. Pues la orquesta de Monsefú lo entendió hace mucho y lo viene reforzando con el tiempo: hay que trabajar pensando en grande, apostando para que todo funcione como reloj suizo y buscando mostrar su propuesta musical renovándola y cuidándola en cada detalle. Christian Yaipén, como figura principal le dio al grupo esa nueva imagen que necesitaban para crecer no solo musicalmente, también como producto, que es algo vital en estos tiempos. El resultado palpable de la excelente salud de la orquesta, que también lideran Elmer y Andy Yaipén, fueron las tres noches de concierto a estadio lleno en San Marcos, la prueba certera de que están haciendo las cosas bien y tienen proyectos a lo grande. Y esa debe ser la mística, el camino que deben recorrer nuestros exponentes de la industria musical local, el camino de la excelencia, disciplina y sobre todo el profesionalismo, que deberían recordar, por ejemplo, algunos cantantes del género urbano que en los últimos días se han jalado los cabellos y se insultan unos a otros. En lugar de buscar los defectos, las minucias y los errores del colega, todos deberían empujar el mismo carro. Cuando un peruano destaca, abre camino al otro, se habla bien del talento local y sobre todo se va reforzando la industria. Eso, no hay que olvidarlo.