Nos ha tocado festejar el aniversario de la patria en circunstancias muy críticas desde todos los aspectos percibidos por la razón. Cuando hablamos de patria, involucramos muchos sentimientos, empezando por una sensación de amor al suelo, historia, costumbres, amor a nuestras glorias, derrotas y sufrimiento. Este último te aproxima más a un sentido de pertenencia. El sufrimiento en común une más que el gozo. El recuerdo del coraje de los hombres que trascienden por su ejemplo y, como no, la esperanza de forjar un presente y futuro mejor.

No es casualidad que la “constitución histórica”, aquella que no cambia, que acompaña al país en el tiempo, lo ordena y se alimenta de todo lo que en él acontece, podrá modificarse y perfeccionarse, pero mantendrá principios inalterables. Así, desde la primera Asamblea Constituyente que dio lugar a la Constitución de 1823 promulgada por don José Bernardo Tagle, se enarbolaba el respeto y amor al país, calificando de indigno de llamarse peruano a quien no ame a la patria, según se aprecia de su  Artículo 14°; “Los oficios prescritos por la justicia natural, son obligaciones que muy particularmente debe llenar todo peruano, habiéndose indigno de este nombre el que no sea religioso, el que no ame a la Patria, el que no sea justo o benéfico, el que falte el decoro nacional”(…)

Dicho contenido también está presente en el artículo 38° de la Constitución actual, que señala: “Todos los peruanos tienen el deber de honrar al Perú y de proteger los intereses nacionales” (…)

Para superarnos, es necesario recordar la gloria, sufrimiento y probidad que hicieron honorables a nuestros ancestros. Nadie que entrega la confianza en la autoridad busca la conveniencia particular del elegido. Busca su acción, obra, honestidad y lealtad para con el país. Si este te defrauda, no lo ensalzas, adulas, o encubres. Eso es traición y solo trae felicidad, migajas y miseria. Felicidad del adulado, migajas para los aduladores, miseria para el pueblo y país por amor a la patria. En esta adversa realidad, honremos al Perú con buenas y mejores acciones.