Luis Giampietri Rojas nació en el Callao en 1940: fue un marino especializado en inteligencia naval. En 1996, ya fuera de la vida militar, fue secuestrado junto a cientos de invitados en un evento en la Embajada de Japón en Lima por parte de un puñado de terroristas del MRTA, quienes exigían la liberación de su líder Víctor Polay Campos y otros procesados. Amenazaban con asesinar a sus víctimas. Gracias a su capacidad estratégica, liderazgo y a su formación en inteligencia militar, Luis Giampietri obró, valientemente, como agente de inteligencia dentro del recinto diplomático. Transmitió información clave a los comandos que estaban en el exterior, exponiendo su propia integridad y seguridad, planificando, organizando y facilitando las exitosas acciones de rescate que ocurrieron el 22 de abril de 1997. Sin su decidida participación, el denominado “Operativo Chavín de Huántar”, ejemplo de capacidad táctica militar, no hubiera podido lograr su propósito. Luis Giampietri fue considerado y reconocido -desde entonces- como un héroe nacional.
Nueve años después, durante el segundo gobierno de Alan García Pérez, ocupaba la vicepresidencia del Perú y un escaño en el Congreso Nacional. Tuve la fortuna y el privilegio de visitar a nuestro héroe en abril de este año en su casa de La Punta, Callao. Un hombre de mirada bondadosa e inteligente, sencillo, reflexivo, abierto, directo y comunicativo. Escuchar sus recuerdos, admirar sus medallas, trofeos y condecoraciones colgadas con absoluto orden en las paredes de su vivienda, disfrutar de su galería de fotos familiares y sobre todo, enriquecerme con sus enseñanzas y sapiencia, fue un deleite, así como escuchar de sus labios parte de nuestra historia y de su amor y conocimiento por el Perú. ¡Un hombre bueno, un gran hombre!
El mago y escritor francés Eliphas Levi, señaló doscientos años atrás que “…No hay héroe en la soledad; los actos sublimes están determinados siempre por el entusiasmo de muchos” y somos muchos, justamente, los que reconocemos con entusiasmo y gratitud la valía y el nacionalismo de este héroe peruano al que nunca olvidaremos. En su memoria, en su honor y con emoción: #TerrorismoNuncaMas, ¡descanse en paz, almirante! ¡Bravo Zulú!