Mientras lo voceros del gobierno se llenan la boca hablando de voltear la página y trabajar unidos por el bienestar de los peruanos, el corrupto líder del partido de gobierno, Vladimir Cerrón, ha salido a decir que en la Constitución debe ser modificada, sin descartar la “vía no pacífica”, es decir, por medio de la violencia.

Esto es inaceptable y más allá del trabajo que sobre estas declaraciones tenga que hacer el cuestionado Ministerio Público, queda en evidencia la nula vocación democrática de este sujeto que solo por el voto equivocado de una ligera mayoría de peruanos, se ha convertido en un protagonista político.

Cualquier llamado a la violencia es inaceptable. El Perú no merece que luego de los ríos de sangre dejados por la irrupción terrorista a inicios de los años 80, hoy tengamos que soportar en el entorno del poder a un impresentable que es capaz de incendiar la pradera para lograr su Carta Magna a fin a su trasnochada ideología.

Desde Correo rechazamos tajantemente este tipo de afirmaciones. Creemos que cualquier discusión debe darse dentro de los modales democráticos y no usando la bala, el palazo o la cachiporra como argumento. El Perú no puede convertirse en la región Junín de los tiempos de Cerrón.