Chehade cayó por Andahuasi

El gobierno trata, desesperadamente, de ocultar a cualquier precio que se difunda más información sobre el llamado "Lópezgate". Para ello no dudan en mover todo el ambiente político (inhabilitación a AGP y denuncia al "Sagrado"- la verdad prometió el segundo piso del fujimorismo por lo que deberían hacerle un espacio en el Fundo Barbadillo), pero en este escenario, una de las perlas más directas que se han encontrado y que es el verdadero hilo de la madeja, es la influencia directa que habría tenido este operador para impedir el cumplimiento de una orden judicial que disponía la entrega de la administración de la empresa "Andahuasi" a un grupo empresarial.

Parecería una simple operación policial frente a una orden judicial que podría acarrear situaciones de riesgo (resistencia armada), pero en el fondo este hecho encierra un tremendo caso de corrupción de funcionarios y tráfico de influencias que se evidencia en el sistemático incumplimiento de una orden judicial.

El ministro del Interior debe mostrar su autoridad e iniciar una investigación sobre estos hechos. Del mismo modo debe actuar el Ministerio Público. Esto apesta y Chehade es un zorrino.

Si el Poder Judicial finalmente decidió quién debe administrar dicha empresa, el haber influido en la autoridad política para bloquear una orden judicial es un hecho sumamente grave que debe investigarse, máxime por los antecedentes del operador principal de todo este juego.