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Un integrante del grupo estuvo anteayer en Lunahuaná, en Cañete, como parte de una expedición para entender el ciclo de vida de los camarones de río, precisamente en uno de los lugares en los que más y mejor se desarrollan. Viajó temprano y regresó por la tarde, emocionado con la experiencia, con ganas de contarnos detalles. No dudo de que había armado un reporte mental en el camino de regreso que tomó un par de horas, y entonces esa misma noche nos dejó conclusiones en un documento de Word bastante completo.

Ese documento lo podríamos haber obtenido de algún reporte científico, o entrevistando a algún biólogo colaborador interesado en el tema, o a un microempresario de los que a veces nos llega el contacto. Pero no tendría el mismo valor. Es importante el viaje, es importante ser el que experimenta, y es importante que comparta tu visión y mire con tus ojos lo que existe y sucede.

Me explico. Para nosotros, que hablamos de abordar alimentos desde distintos ángulos, interesa lo que para un entrevistado especialista podría no ser relevante. Al escribir un reporte de la experiencia nosotros detallamos todo lo que vemos, e indagamos más. Antes, durante y después. En el camino miramos cómo cambia el paisaje. Yendo a Lunahuaná te acompaña en la carretera el desierto y a veces algarrobos, y se intercalan algunos campos. Hay campos de olivo, otros frutales. Y luego, al tomar el camino a la izquierda, llegar a este valle muy verde y amplio es un cambio abrupto y un respiro, sobretodo cuando llegas a ver el río.

Buscamos qué productos crecen alrededor siempre. En este valle hay árboles de manzanas, nísperos, paltos de distintas variedades; hay uvas (y producción de vino y pisco), y montones más de otros. Evaluar eso, si no vino a ser parte de la expedición porque escapaba a otros objetivos, nos importa. A efectos de nuestros reportes cabe siempre señalar sensaciones, cómo está el clima, qué tan fría es el agua de río, colores, texturas, y cómo es la gente. Para este caso, al hablar de camarones, detalles como que el suelo debe ser rocoso, o que el caudal del río necesita ser alto, de pronto son fuente para crear ideas, así que ese tipo de datos, motivo del viaje, tienen un lugar especial sin duda.

Finalmente, el principio es el porqué. ¿Por qué te animas a tomar un día de trabajo para salir de la ciudad a revisar de primera mano dónde se desarrolla un alimento? Porque nadie podrá contar la experiencia como la cuentas tú, desde lo que sabes, desde lo que te importa, desde tus emociones. Registrar datos que inspiran a pensar en cosas nuevas, que dan un respiro como el que sientes cuando ves ese valle. Las emociones de nuestro equipo van hacia registrar con mirada amplia todo, no perder de vista nada. Es así que formar gente en lo que hacemos viene a ser formar miradas.

Los detalles son importantes como el caudal del río donde viven los camarones. / Mater Iniciativa-Luis Casas