Hay una constante en las carencias de todos los niveles de gobierno para hacer frente a la inseguridad ciudadana: el sentido común.
Una muestra es la propuesta del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, de exigir como requisito para obtener licencias de funcionamiento para nuevos negocios es la colocación de, al menos, dos cámaras de seguridad.
¿Por que las autoridades insisten en poner barreras burocráticas y atacar con reglas sin sentido a las personas que ya tienen suficientes problemas con la criminalidad?
Se enfrentan solos contra la inseguridad ciudadana, los sicarios, las extorsiones y encima tienen que someterse a un Estado indolente, encabezado por autoridades mediocres no puede cumplir su labor a cabalidad.
¿Cómo van a frenar la escalada criminal estas cámaras o normas que en medio de una gran informalidad, pretenden supervisar el alquiler de alojamientos de extranjeros ilegales o el envío de remesas?
Por eso es que la gente marcha, porque tenemos autoridades ineptas, con ideas asesores ineptos, que proponen ideas ineptas, que no se evalúan y simplemente se sueltan sin ver cuál es su alcance final de costo beneficio.
Las protestas y los paros van a continuar porque la inseguridad está ganando espacio ante la inacción de las autoridades y el precio de no parar es que nos sigan matando.