En los últimos meses el presidente de La República y el ministro de Educación vienen anunciando el cambio del Currículo Nacional de la Educación Básica CNEB -que tiene solamente una vigencia real de 2 años (2019 y 2022)- aduciendo en algunos casos que deben desaparecer las competencias porque lo único que ocurre es que los estudiantes compiten (¿?). Igualmente, que el 2023 habría un currículo “experimental” mientras se generaliza el nuevo diseño curricular el 2024. Por lo que dicen varios docentes congresistas y el presidente, habría cursos o asignaturas como en los años 70 con contenidos temáticos enciclopédicos y memorísticos.

Pero, en los espacios académicos y educativos no se está tratando- el tema curricular. Por eso es destacable que la Derrama Magisterial haya realizado el 23 de noviembre el evento virtual Hablando de Educación para intercambiar ideas sobre: “El currículo escolar para mejorar los aprendizajes “.Participaron el profesor y psicólogo Luis Espinoza, presidente de la Derrama Magisterial, el exministro de Educación y psicólogo Ricardo Cuenca, la investigadora-Grade Jessica Tapia, y el suscrito. Hubo participación nacional de docentes, padres de familia, especialistas y estudiantes de educación.

El denominador común -con los matices propios de una conversación académica a la luz de la realidad- fue que no es conveniente estar cambiando el currículo constantemente.En lo que a mi participación se refiere, ratifique mi postura de mantener el CNEB, pues, con dos años de generalización no se puede cambiar tan rápidamente; lo cual no implica que no se puedan mejorar las competencias de aprendizaje, los estándares, poner más conocimientos en secundaria, mejorar los requisitos de promoción de grado. Todo ello, teniendo en cuenta que somos un país unitario y descentralizado donde la institución educativa debe fortalecerse.