“Las fotos son instantes vividos de cosas que nos han pasado, pero yo siempre decía que era mejor vivir el momento. Lamentablemente, cuando llegas a esta edad, recordar no es tan fácil, por eso, pienso que debí tirar (tomar) más fotos”. En un diálogo lleno de nostalgia y de arrepentimiento, por tiempos idos y sin registro, un hombre mayor, cargado de recuerdos, reflexiona sobre su vida, lo que fue y lo que hoy es. Con ese personaje como protagonista de un videocorto, Bad Bunny, presenta “Debí tirar más fotos”, su sexto álbum, que se ha convertido en tendencia mundial y con el que está callando la boca a quienes lo miraban por encima del hombro. Desde la portada, que nos muestra la foto de dos sillas vacías en medio de un patio, esas que se pueden encontrar en cualquier país latinoamericano, Benito Antonio Martínez Ocasio, nos adelanta que el viaje musical que propone habrá mucho de raíces, calle, barrio y sobre todo de nostalgia. La máxima estrella del género urbano, en un interesante y provocador giro a su carrera, decidió darle a sus raíces portorriqueñas ese espacio que le permite decirle al mundo que está orgulloso de la tierra que lo vio nacer, crecer y forjarse en estrella. Bad Bunny, necesitaba un álbum y canciones que se convirtieran en ese testimonio real de pertenencia, que además, le permitiera ser el abanderado de esa generación de recambio que tantos exigían, esos jóvenes que deben tomar la posta de las antiguas generaciones de cantores, que necesitan de herederos para preservar los ritmos propios. Y en “Debí tirar más fotos”, se ha logrado que ritmos como la salsa, la bomba, el bolero, la plena, el son, se fusionen con un estilo urbano que permitirá que estos sigan cantándose y bailándose por las nuevas audiencias. En las 17 canciones que se incluyen en el disco, hay un Bad Bunny auténtico con esa forma de interpretar que a algunos les molesta, pero que no ha tenido que imitar a nadie para lograr temas que le acercan, hasta a esa vieja camada de incrédulos melómanos que nunca lo consideraron como un buen músico. Mientras recibe flores por su nuevo álbum, el artista de 30 años, acaba de batir un nuevo récord, al vender en menos de una hora las localidades para 30 conciertos que ofrecerá bajo el título ‘No me quiero ir de aquí’, en el Coliseo de Puerto Rico. ¿Alguien duda qué es el número uno?