La ajustada derrota de Fuerza Popular en junio de 2016 a manos del defenestrado Pedro Pablo Kuczynski, fue apenas el inicio de la debacle del fujimorismo que ni en su pesadilla más crítica pudo imaginar que a menos de cuatro años, terminarían reducidos a su mínima expresión en el Congreso, con Keiko Fujimori en la cárcel de manera preventiva y con Kenji afrontando un pedido de prisión de 12 años por compra de votos a cambio de la libertad de su padre, quien sigue preso.

Han perdido por todos lados, por más que desde la cárcel Keiko Fujimori, con motivo de los diez años de Fuerza Popular, se haya esforzado en mandar un mensaje “esperanzador” a su agrupación que en las últimas elecciones congresales quedó bastante reducida en comparación a los 73 legisladores que logró en 2016, y con los cuales creyó que podría hacer lo que le diera la gana. Fue el efecto de no digerir la derrota en las urnas.

El que ahora está contra las cuerdas es Kenji, quien en algún momento fue visto como la alternativa electoral a su hermana dos veces derrotada en la carrera por la Presidencia. La Fiscalía lo quiere en la cárcel por “negociar” la libertad de su padre a cambio de votos para evitar la vacancia de PPK. Recordemos que en diciembre de 2017 el menor de los Fujimori logró la excarcelación de su padre, pero más tarde el indulto fue anulado y el expresidente tuvo que volver a la Diroes.

Padre e hija están prisión, mientras el otro heredero del fujimorismo la tiene complicada y también podría acabar en un penal junto con dos de sus “avangers”, no sin antes tirar barro con ventilador a la ex bancada “naranja” y a quienes aún se mantienen leales a su hermana, que son aquellos que con sus votos le levantaron la inmunidad y lo pusieron en manos de los fiscales que ahora están pidiendo a los jueces que lo metan preso.

En los últimos años el fujimorismo ha perdido por goleada en todas las canchas, y difícilmente podrá levantar cabeza en los próximos comicios presidenciales, que serán dentro de apenas un año. Por ahora la principal lucha de su lideresa está centrada en salir de la cárcel para al menos afrontar sus investigaciones en libertad, mientras el capital político que lograron hace cuatro años pese a la derrota ante PPK, se fue por el caño.

TAGS RELACIONADOS