El encuentro de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico 2024, recientemente concluido, nos invita a reflexionar sobre el impacto económico y el significado para nuestro desarrollo en el corto y largo plazo.

El mensaje del presidente Xi Jinping, publicado en El Peruano, marca un hito en las relaciones bilaterales entre China y Perú, evidenciando la estratégica posición de nuestro país en la región, subrayando nuestra integración a “La Franja y la Ruta” a través del puerto de Chancay, proyecto que generaría ingresos anuales de 4,500 millones de dólares.  Además, nos recuerda que el 36% de nuestras exportaciones tienen como destino China, y que la inversión del gigante asiático supera los 30,000 millones de dólares, es decir, China es en la actualidad el principal socio comercial del Perú.

Este nuevo escenario exige a los partidos y líderes políticos considerar la relación Perú-China como un elemento central en sus planes y propuestas de gobierno. La nueva configuración geopolítica debe moldear nuestra estrategia diplomática y comercial con las potencias mundiales. China ha inaugurado el puerto más importante de Latinoamérica en nuestro territorio, y Estados Unidos se apresta a construir un puerto espacial en el norte peruano. La presencia de estas potencias globales requiere líderes con visión estratégica para obtener los mayores beneficios para nuestra población bajo un esquema de inclusión y cooperación de ganancias compartidas.

Debemos implementar procesos de producción a gran escala, estandarizados y diversificados, para atender mercados donde la demanda se mide en millones, no en miles. El futuro dependerá de nuestra capacidad para asimilar estándares de producción que nos permitan satisfacer a millones de consumidores.  Pensemos en grande.

Que la sabiduría guíe a nuestros líderes para aprovechar esta oportunidad y que el barco de la amistad peruano-chino nos conduzca hacia un futuro más brillante.