El audio difundido el domingo último por Cuarto Poder tiene un contenido más que explosivo, pues una voz que se atribuye al actual ministro del Interior, Juan José Santiváñez, indica que el prófugo Vladimir Cerrón logró escapar hacia el sur de Lima nada menos que en un vehículo oficial asignado al Despacho Presidencial, lo que implicaría directamente a la mandataria Dina Boluarte y a funcionarios palaciegos que se habrían convertido en cómplices del citado delincuente.
Esto lo habría dicho el actual ministro a cinco días de asumir el cargo mientras se encontraba en el ambiente privado de un chifa de San Borja en compañía del capitán PNP Junior Izquierdo, quien ha entregado el audio al Ministerio Público, mientras que Santiváñez jura y rejura que sí estuvo en el lugar, pero que lo que todos hemos escuchado no es su voz, sino una edición y un montaje. Es más, ha amenazado con demandar a los periodistas y medios que difunden este diálogo.
Han pasado varios días desde que comenzaron a aparecer estos diálogos. Recordemos un primer fragmento que mostraba supuestamente al ministro jactándose de haber engañado a la presidenta Boluarte respecto a sus posibilidades de desaparecer la Diviac. Sin embargo, hasta el momento ni Santiváñez ni nadie han mostrado evidencia alguna de que todo se trata de un montaje, una edición o el uso de inteligencia artificial. Según los expertos, estos se podría determinar en pocas horas.
El primer interesado en que esto se aclare debería ser el ministro Santiváñez, pero más allá de palabras, ciertas bravuconadas y amenazas a la prensa, no se le ve la menor intención de mostrar evidencias de que estamos ante una burda falsificación. Más bien, se le nota muy tranquilo dando abrazos y ramos florales a la presidenta Boluarte, quien según el audio, tiene que ver mucho, o al menos su entorno más próximo, con que Cerrón se mantenga libre y burlándose de todos los peruanos.
Que Cerrón esté prófugo de la justicia durante casi un año es una vergüenza para el país, pero también una señal de que habría recibido apoyo desde niveles muy alto del poder para escapar de la justicia. El audio que se ha difundido y que de momento nadie ha demostrado que es una falsificación, mostraría que desde Palacio de Gobierno se le ayudó a escapar por tierra hasta Pisco, donde hay un aeropuerto subutilizado. ¿Desde allí huyó a algún país afín al ladrón? Urge una explicación a los peruanos.