El Ministerio Público ha presentado dos nuevas denuncias constitucionales contra el expresidente Pedro Castillo. Una por haber nombrado como ministro del Interior al entonces fiscal en funciones Juan Carrasco, algo prohibido por la ley; y otra por el uso indebidamente de un avión y dos helicópteros de las Fuerzas Armadas para irse desde Lima hasta Chota junto con varios miembros de su familia, con el propósito de celebrar un cumpleaños, es decir, para un fin ajeno a la función pública.

Estas dos nuevas denuncias que tendrán que ser vistas en el Congreso a fin de que levante el fuero a Castillo para que recién pueda ser procesado ante la justicia, muestran una vez más a qué clase de elemento hemos tenido al frente del país. Por un lado, patea la legalidad al hacer un nombramiento indebido, y por otro usa costosos recursos del Estado para irse de fiesta con los parientes. ¿No que era un humildito profesor y campesino alejado de toda frivolidad? Qué tal farsante, allá los que le creyeron y le siguen creyendo.

Estas dos acusaciones se suman a los casos que Castillo ya tiene pendientes por actos de presunta corrupción (Puente Tarata, ascensos irregulares, Petro Perú, Perú Petro e irregularidades en el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento), y por el fallido golpe de Estado del 7 de diciembre de 2022, con el que pretendió ilegalmente cerrar el Congreso, adueñarse por completo del sistema de justicia y convocar a elecciones para una asamblea constituyente.

Con el prontuario de este “ilustre” personaje puesto en Palacio de Gobierno por Vladimir Cerrón y Perú Libre, es evidente que Castillo no verá la luz de la libertad en varios años por más que sus abogados se esfuercen en presentar escritos y recursos que son más bien una tomadura de pelo a fiscales, jueces y a los peruanos en general. La corrupción y un intento tan descarado por quebrar el orden constitucional tienen que pagarse con toda la dureza que permita la ley de un país que busca ser serio.

Frente a todo esto, es de esperarse que el Congreso, Ministerio Público y Poder Judicial aceleren su trabajo para que más temprano que tarde comencemos a tener sentencias contra Castillo, lo que permitirá cerrar la boca a sus escuderos nacionales e internacionales que aunque cada vez son menos, insisten, ante los sucesos de diciembre del 2022, con el disparate de que el chotano fue víctima de un golpe de Estado de parte del Parlamento, cuando el mundo entero vio a este sujeto por televisión dando una patada a la Constitución.

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