El día de los raros
El día de los raros

Por Gastón Gaviola ()

Hoy se celebra el Día Mundial del Orgullo Friki. Se inició en España, en 2006, por eso es “friki”, la castellanización del anglisismo “freak”, el raro, el fenómeno, el marciano del barrio.

El raro, sí. Fines del siglo pasado e inicios de este, cuando vuelve poco a poco a entrar masivamente el consumo de cómics, de la mano del boom de los videojuegos. Si jugabas Street Figther y Fifa 2000, estaba todo bien. Pero si salías del canon, eras el marciano. Si te gustaban los dibujos animados y tenías más de 10, eras el fenómeno. El buleado, el freak, el rarito. Como toda minoría, se les señalaba con el dedo.

Había de todo. Los nerds, los geeks, los freaks, los gamers, los otakus, los roleros. Y lejos de extinguirse, seguirían apareciendo: los cosplayers, los Techies, los k-popers. Todos con sus códigos, sus jergas que podían saltar de una movida a otra.

Así que alguien dijo, bueno, somos Legión. Y salieron a las calles, y lo publicaron en el feis, en su Instagram y en sus canales de Youtube; Y se pusieron su camiseta de Mazinger Z si eran hípsters, o de los Pollos Hermanos si amanecieron trendy ya l final de día contemplaron su obra y vieron que era bueno.

El día les quedó perfecto a todos. 25 de abril. Un día como hoy hace 39 años se estrenó Star Wars –me disculparán, pero me sigo negando a decirle Episodio IV o peor todavía “A New Hope”- LaTrilogía Galáctica, como le llamaban en Frecuencia Latina en sus maratones dominicales de las tres de la tarde, sumándole para redondear los cuatro findes del mes La Caravana del Valor.

Sí, unos marcianos si le dedicabas más de dos minutos en el patio del recreo a comentar que sí, que Vader es su padre cabeza de huevo duro, antes de que empiece la pichanga. Al final, las barreras no sé si se han caído o simplemente han sido absorbidas, como la caída de Constantinopla o la disolución del Sacro Imperio Romano Germánico. Lo cierto es que la cultura pop está allí, orgullosa además de estar allí.

Enhorabuena entonces, hermanos. Que se puede ser dueño de una empresa que factura miles de dólares al mes y encender tu Kompressor con tu llavero Phaser (edición limitada, obvio) o pasar horas enteras buscando capítulos perdidos de Dungeons and Dragons luego de ese tedioso directorio de viernes por la tarde o sentarte con tus hijos cantar la música del Capitán Memo para que sepan lo que es bueno.

Feliz día del orgullo friki.

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