En un año electoral, resulta fundamental que el manejo económico del país tenga una visión positiva, como lo anunciado por el Banco Central de Reserva (BCR), al reducir la tasa de interés a 4.75 % (25 puntos básicos menos), lo que refleja una inflación controlada para este año.

Según precisa el BCR, la decisión de reducir la tasa de referencia se debe a que el mes anterior la tasa mensual de inflación fue de 0.11 %. Sin embargo, remarca que posibles ajustes en la tasa de referencia se deberá a cómo marche la economía y “sus determinantes”.

Este último punto puede abarcar efectos internacionales, pero ya el fenómeno Trump está aterrizando y, por el contrario, se augura un buen equilibro fiscal en los Estados Unidos. Lamentablemente, la guerra entre Rusia y Ucrania se mantiene; y otro conflicto, al menos, no se augura.

Lo que sí puede influir en el factor “determinantes” es la campaña electoral. Este año se convoca a elecciones generales: Ejecutivo y Legislativo. Casi siempre, un clásico nacional, es que aparezcan voces distorsionadas sobre el manejo económico y cómo se debería redireccionar: caso Pedro Castillo.

En una democracia es saludable escuchar diversas opiniones sobre el manejo económico. Sin embargo, hay consenso sobre la labor del BCR, y, como en el fútbol, equipo que gana no se cambia. Por eso, sería penoso que, con esas cifras mostradas, alguien quiera un giro.

Esta reducción de la tasa de interés implica la baja en los costos de los servicios bancarios, lo que tendría un impacto directo en los ciudadanos que, por ejemplo, buscan un crédito hipotecario accesible o una semilla para iniciar negocios. Ojalá la inflación se mantenga dentro del margen de lo previsto y no tengamos contratiempos por los futuros sufragios.