Desde su guarida, el prófugo Vladimir Cerrón, el padre político de ese desastre llamado Pedro Castillo, debe reírse a carcajadas por todo lo que sucede alrededor de su supuesta búsqueda, pues mientras en teoría le siguen el rastro, sus congresistas sacan leyes que lo favorecen, el ministro del Interior se torpedea a sí mismo, los jefes policiales ya no saben qué decir cuando se les pregunta por este escurridizo delincuente y el Poder Ejecutivo, como para decir que algo hace, aumenta el momento de la recompensa que se ofrece por este sujeto.

Y ni qué decir de las veces en que se burlado de ministros y jefes policiales a través de redes sociales, de las “conferencias” virtuales en las que ha participado frente a los miembros de su bancada y cuando ha reclamado por la incautación de su dinero sucio. En otras palabras, el hombre anda feliz de la vida a pesar de que hace 300 días debería estar en prisión por haber sido un ladrón mientras era el gobernador regional de Junín, algo que se conocía incluso desde antes de las elecciones de 2021.

Este sujeto incluso ha sido objeto de “homenajes” de parte de los miembros de su bancada parlamentaria, que hasta cuenta con un asiento en la Mesa Directiva a pesar de que como partido deberían estar “castigados” políticamente por haber llevado a Castillo a Palacio de Gobierno, rodeado de unos ministros impresentables colocados por el hoy prófugo entre los que destacan varios prontuariados, buenos para nada y hasta “expertos” en “pócimas mágicas” en el Ministerio de Salud. ¿Los recuerdan?

Versiones sobre la ubicación del escondite de Cerrón hay muchas. Unos lo ven en Venezuela o Cuba, mientras otros al sur de Lima, en Huancayo o en Arequipa, esto último aseverado por un congresistas de escasa credibilidad como Edwin Martínez, quien precisamente ayer fue acusado de interferir en un desalojo. ¿Qué fue de su denuncia conocida a inicios de este mes sobre el paradero del prófugo? ¿Qué había en el USB que ofreció entregar a las autoridades? ¿Fue solo un distractor?

A estas alturas, mientras Cerrón siga prófugo, el gran sospechoso de mantenerlo en esas condición será el gobierno de Dina Boluarte, su antigua socia en la plancha de Perú Libre en las elecciones de 2021, a quien parece convenirle que el hombre siga haciendo lo que le dé la gana en libertad, antes de que hable todo lo que sabe especialmente sobre el caso “Los dinámicos del centro”, en el que la mandataria está implicada y es objeto de una investigación que podría costarle muy caro.

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