Con su intención de viajar a China este fin de semana, el presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, no hace más que darle la razón a quienes con justa razón desean verlo fuera del cargo por ser representante de un partido como Alianza para el Progreso (APP), que tiene mucho que ver en la presunta red de prostitución que habría estado funcionando en el Poder Legislativo, un asunto que es materia de investigación en el Parlamento y el Ministerio Público, y que solo ha sido una gota más en ese mar de escándalos vinculados a la agrupación política de César Acuña.

Para qué tiene que ir al otro lado del mundo el señor Salhuana mientras acá la entidad que preside está metida en un tremendo lío y es repudiada por la inmensa mayoría de peruanos, en gran parte por situaciones causadas por integrantes de su propio partido, como son la existencia de un congresista violador que ya está condenado, el blindaje escandaloso a las “mochasueldos”, la alianza con el gobierno de Dina Boluarte y ahora la denuncia de la red de prostitución que habría sido montada por un personaje cercanísimo a Luis Valdez, secretario general de APP.Semanas atrás el congresista José Cueto señaló que APP no debería presidir la Mesa Directiva del Congreso, y tiene razón. Y no solo por los escándalos que protagoniza esta agrupación tan venida a menos, sino porque estas situaciones están bajo investigación en el Poder Legislativo a cargo del propio partido de Acuña. ¿Alguien puede creer que habrá rigor en las pesquisas, o que cuando estos casos pasen al Pleno les darán la prioridad que ameritan? Habría que ser muy ingenuo para creer eso.

Y en medio de todo, Salhuana alista maletas para un viaje a China. Señor, hay que estar acá para dar la cara, para expresar su respaldo a todas las investigaciones en marcha, para ser empático, para no decirle a la gente que le importa un pepino la red de prostitución que habría cobrado dos vidas a manos de sicarios y para tratar de que el peruano de a pie no se termine de convencer que lo mejor para que Perú sería que se cierre el Congreso, que es lo que seguramente muchos candidatos van a ofrecer en la campaña del 2026.

Si la política en el Perú está tan venida a menos, es en gran parte por responsabilidad de personajes como los de APP, entre ellos Acuña, sus parientes, sus escuderos, Alejandro Soto y ahora Salhuana, quien viaja por dos posibles razones: porque vive en una realidad paralela donde no se da la cuenta del problema en que está metido; o porque trata de no dar la cara frente a la situación tan crítica que vive el Poder Legislativo donde ya se juntan firmas para censurarlo, aunque todos sabemos que acá no pasará nada, pues otorongo no come otorongo.