Hace algunos días, la plataforma en streaming Netflix, la de más alcance en el mundo, anunció el inicio de las grabaciones de “Contigo Capitán”, una serie que solo tocará la batalla legal que enfrentó a Paolo Guerrero y la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) que pudo dejar fuera del Mundial Rusia 2018 al futbolista. No se trata de una realización sobre la vida del deportista, los productores eligieron un hecho puntual que generó la modificación de protocolos de antidopaje a nivel mundial. Detrás de la historia se encuentran dos reconocidos directores de cine como Javier Fuentes-León y Daniel Vega, además de Torneos, una empresa especializada en deportes y entretenimiento que produjo la serie “Apache, la vida de Carlos Tévez”. Para variar, no pasó ni media hora del anuncio para que inmediatamente las redes explotaran, no saludando que se empiece a generar ficción televisiva en el Perú amparada por una plataforma influyente, la polémica se generó porque para los opinólogos, el protagonista, Nico Ponce, no está a la altura del personaje y menos, se parece al delantero. “Qué si Guerrero es afroperuano y Ponce no lo es”, dicen algunos, mientras que, para otros: “Paolo es mestizo y el actor, más o menos, pero tiene ojos verdes”. Discusiones realmente elementales, que no tiene nada que ver con el condenable “blackface”, esa práctica que esconde un racismo evidente y que ya se está desterrando. Cuestionar si es válida o no, la elección de un actor para encarnar un personaje, apelando a criterios tan subjetivos, no aporta inclusive a la verdadera discusión que incluye el racismo. Además, ¿cómo sabemos si el mismo Paolo Guerrero no fue quien que eligió al actor que lo encarnará porque él se identifica con Nico Ponce? ¿Quiénes somos para llevarle la contraria? Esperemos el resultado final de la propuesta televisiva para saber si Ponce estuvo a la altura del proyecto. Mientras, el actor solo agradece la oportunidad soñada. “Estoy muy agradecido por interpretar a este personaje en una historia tan poderosa y fuerte que conmocionó al Perú. Es lindo poder verla desde el punto de vista de Paolo, entender internamente lo que sucedió, mucha gente escuchó diferentes versiones, pero quizá nunca terminó de conocer su verdad”. Esperemos entonces.