Fuera del ruido político, en el que llevamos tanto tiempo inmersos que ya nos hemos ensordecido, vienen ocurriendo situaciones a las que el Gobierno ha intentado minimizar o no les presta el interés que debería.
Los incendios forestales tenían semanas arrasando el país y siendo ignorados por el Ejecutivo hasta que hace unos días, en medio de presiones y con una denegatoria de permiso para salir del país mediante, el Ejecutivo decretó emergencia en algunas de las zonas arrasadas por el fuego. Si bien en varios editoriales hemos cuestionado estas declaratorias porque impiden las labores de prevención y son un festín de corrupción, estamos de acuerdo con que dada la gravedad de los incendios, era necesario aplicarla.
Otro punto que no es tratado con la importancia que requiere es el aumento de precios de la otrora abundante pota o calamar gigante. El gobierno dice que la escasez del recurso es causada por el Fenómeno El Niño, mientras que los pescadores refieren que es por la pesca indiscriminada de la flota china que, de un tiempo a esta parte, parece ser dueña del Mar de Grau.
Finalmente, todas las semanas hay empresas de transporte, especialmente en Lima, que anuncian que dejarán de cubrir sus rutas debido a que son víctimas de ataques de extorsionadores y el Ejecutivo bien gracias, tratando de salvar ministros insalvables.