No es fácil para mí como maestro, y seguramente para muchos peruanos, expresar lo que sentimos en estas fiestas en las que conmemoramos 201 años de independencia y de búsqueda de una república democrática, con conciencia histórica nacional, ciudadanía plena, justicia social, sentimientos patrióticos y bienestar integral.

Nuestros estudiantes ya se incorporaron a la presencialidad después de dos años complejos, pero la pandemia sigue, aunque con menos estragos. Por ello los escolares no han podido poner en lo más alto la peruanidad mediante desfiles estrictamente escolares, actuaciones artístico-culturales, pasacalles, visitas a museos, etc. Actividades que he venido motivando desde el Ministerio de Educación y la sociedad civil.

Deben primar las reflexiones y decisiones trascendentales y oportunas sobre la situación social, política y económica para que nuestro país salga adelante de la preocupante situación actual donde la democracia, los valores de honestidad y veracidad deben primar entre los líderes del Congreso y muy especialmente del Ejecutivo encabezado por el profesor Castillo. Me pregunto: ¿la nueva directiva del Congreso de la República representará los genuinos intereses y expectativas de la Patria? ¿El mensaje a la Nación del presidente será trascendente? ¿Designará a colaboradores con la experticia y probidad necesarias? ¿Renunciará, será vacado, habrá elecciones generales?

Como educador hago votos para que los anuncios y hechos educativos se enmarquen en el Proyecto Educativo Nacional al 2036, y para que el ministro de Educación ejerza su función con humildad, ecuanimidad, escucha y pluralidad. Felices fiestas patrias a todos.