Es necesario entender que por un concepto elemental de preservar la vida y la integridad de la población, las Fuerzas Armadas no deben salir a dar seguridad ciudadana en apoyo a la Policía. Esto hay que entenderlo desde que existen tres niveles de seguridad en los que esta misionada nuestra PNP. Así, tenemos la seguridad ciudadana, el orden público y el orden interno. En los dos últimos las FFAA podrían apoyar a la PNP. En el caso de seguridad ciudadana, se trata de una misión netamente policial.
¿Es en Lima y Callao donde se están presentando graves desórdenes sociales que ameritan el restablecimiento del orden interno? No. Esto ocurre en el VRAEM, en el corredor minero o en Antamina, Aquia. Según la Defensoría del Pueblo, para junio 2021 existen más de 190 conflictos sociales a nivel nacional. El Callao es la única región que no tiene un solo conflicto de este tipo. Parecería contraproducente por lo que podemos ver, pero no confundamos. Los problemas que tiene el Callao son de seguridad ciudadana, no de orden interno. Por eso es fundamental dimensionar el problema.
Los funcionarios que redactan y los que firman las resoluciones que le alcanzan al presidente, se equivocan doblemente. Primero, confunden la emergencia sanitaria por el COVID 19 con una emergencia por tema de orden interno. Y segundo, orientan el esfuerzo a seguridad ciudadana en Lima y Callao, dos temas distintos en su naturaleza. Esto se determina en el art. 6°, D.L. 1095, que establece la participación de las FF.AA. por tráfico ilícito de drogas, protección de instalaciones estratégicas y servicios públicos esenciales. No para pandillaje, robos, hurtos ni tenencia ilegal de armas de fuego.
Parecería que trabajan según la lógica que dice: “quien puede lo más, puede lo menos”. Sin embargo, en la realidad, en la calle, esto no es así. El empleo de armas de guerra en las calles es peligrosísimo. Su daño colateral es muy alto. Los soldados están preparados y equipados para otros escenarios, donde combaten otro tipo de amenazas. No actúan en un paradero, en un mercado o en una calle llena de gente.
Lo que sí es lógico y viable, es que las FFAA releven de algunas funciones (control de fronteras, salvataje, rescate de rehenes, rescate en montaña, seguridad portuaria, seguridad aeropuertos, etc.) a nuestra PNP, a fin de que esos efectivos puedan ser recolocados en las urbes donde se les requiere. Para eso están entrenados y equipados. No le restemos autoridad a nuestra Policía, que sabe muy bien cómo desarrollar su misión.