A las pocas horas que el presidente Francisco Sagasti anunció las nuevas restricciones ante la agresiva segunda ola de coronavirus, se informó que el Estado entregará un nuevo bono de 600 soles a las familias vulnerables que viven en las zonas consideradas como de riesgo extremo. En teoría eso está muy bien, pues ese dinero serviría para cubrir la falta de ingresos que se generaría por la imposibilidad de salir a trabajar durante 15 días.

Sin embargo, ya han pasado diez meses desde que se ofreció el primer bono con motivo de la pandemia y, lamentablemente, hasta ahora no se ha implementado desde el Estado un sistema adecuado para distribuir ese dinero que de llegar a tiempo a quienes lo necesitan, podría ayudar decididamente a no tener mucha gente en las calles, lo que se traduciría en menos contagios, menos saturación de hospitales y menos muertes.

Hasta hace pocos meses, incluso en los momentos en que la ola de contagios estaba en su punto más bajo (octubre, noviembre), el cobro de los bonos ofrecidos desde el gobierno del vacado Martín Vizcarra seguía siendo un drama. En Correo y en esta columna hemos dado cuenta de eso. Las colas en las agencias del Banco de la Nación han sido siempre una pesadilla, producto de la desinformación y de no haber implementado un sistema adecuado de distribución de ese vital dinero.

Ayer, la ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Silvana Vargas; y su colega de Economía y Finanzas, Waldo Mendoza, han invocado a no volcarse al Banco de la Nación, ya que se están haciendo esfuerzos con la banca privada para tratar de llegar a las 4.2 millones de familias que se busca atender tras la nueva cuarentena. Sin embargo, no basta con hablar y pedir calma en medio de la desesperación. Se ha debido actuar antes. ¿O es que no creyeron que se venía la segunda ola?

A casi un año del inicio de la pandemia que nos viene costando miles de vida, el Estado no ha logrado tomar medidas para evitar que las colas en los bancos se vuelvan en focos de contagio. Hoy la tecnología y la buena voluntad de la banca privada serían de una gran ayuda. No obstante, poco se ha avanzado. Por ahora la única explicación sobre el nuevo bono ha venido de parte de la ministra Vargas: “se informará lo más pronto posible”.

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