Dicen que la mejor defensa es el ataque y eso parece haber asumido como una máxima la fiscal de la Nación, Patricia Benavides. Luego del escándalo en el Ministerio Público se lanzó como un regimiento desbocado contra la presidenta Dina Boluarte y presentó una denuncia constitucional por homicidio.
Esto más que aclarar pone más sombras a la situación de Benavides, quien podría ser removida de su cargo ya que ha sido denunciada por encabezar una organización criminal.
En medio de este escenario político tenso, la denuncia presentada por la fiscal de la Nación contra Dina Boluarte ha sido recibida con escepticismo y calificada como una cortina de humo por diversos sectores, incluyendo los familiares de los fallecidos en las manifestaciones de protesta contra el Gobierno, hace casi un año. Además, legalmente no procede. La mandataria no puede ser acusada durante su mandato.
Sin embargo, lo peor es que el país da nuevamente una imagen de inestabilidad y crisis en todo el mundo. Y ya se sabe, ante ello, los inversionistas y los mercados dejarán de ver al Perú como promesa y buscarán otros destinos, algo muy nocivo en estos tiempos de recesión económica.
Si las instituciones encargadas de velar por el desarrollo de los peruanos en todos los niveles solo generan caos producto de su incompetencia, falta de transparencia y un desinterés por la extensión de la corrupción, ocurrirá lo de casi siempre: la democracia será debilitada.
