Una columna de Science Daily del 22 de marzo del 2022 cita un estudio del M.I.T. sobre las ventajas de que haya una proximidad física entre investigadores en el campus universitario, así como en sus redes sociales que favorecen la colaboración y productividad innovadora entre ellos. (“Cómo el diseño y la arquitectura del campus influyen en la interacción entre los investigadores”)
Eso lo logran con grandes vestíbulos, laboratorios flexibles y espacios comunes para mejorar la colaboración. El Corredor Infinito del MIT, que tiene una sexta parte de una milla de largo, mezcla a miles de personas todos los días. Las pasarelas aéreas conectan los edificios de investigación del campus.
El estudio analiza el tráfico de correo electrónico entre profesores, investigadores y personal en el campus, confirmando que la proximidad física es importante para la colaboración en el lugar de trabajo. Es más probable que las personas se comuniquen por correo electrónico después de encontrarse en un restaurante del campus, por ejemplo, que en un pasillo lleno de gente. También encontraron que los intercambios de correo electrónico ocurren con mayor frecuencia entre investigadores cuyos espacios de trabajo están conectados a través de pasillos interiores.
Del estudio se desprende que una buena planificación y diseño pueden mejorar el trabajo interdisciplinario, la colaboración y generar encuentros fortuitos entre personas.
Del estudio se colige que un diálogo previo al diseño de un colegio entre arquitectos y promotores puede tener un fuerte impacto en la dinámica de colaboración del equipo docente.