En breve el Ministerio de Relaciones Exteriores enviará a Colombia el pedido de extradición del venezolano Sergio Tarache, confeso asesino de su expareja en Lima, quien logró escapar del país al amparo de la lentitud de un sistema de justicia que parece no estar a la altura del inmenso reto de combatir con rapidez y dureza una criminalidad desbordada que se traduce, por ejemplo, en la reaparición de brutales delitos como el de secuestro y el asesinato de un niño de 11 meses, tal como sucedió durante un asalto en Iquitos.

El caso del venezolano Tarache es clamoroso. Este sujeto cometió un crimen en la vía pública en pleno Centro de Lima y pudo burlar a la policía y a la justicia hasta que fue capturado en Colombia, país que se negó a expulsarlo por razones políticas, lo que ha obligado al Perú a llevar a cabo un tedioso proceso de extradición que ojalá tenga resultados positivos antes de que lo dejen en libertad. Ayer la madre de Katherine Gómez, su joven víctima, otra vez ha salido a exigir celeridad y justicia.

Hace pocos días el propio ministro del Interior, Vicente Romero, ha reconocido que se ha incrementado el número de delitos cometidos en el país. Sin embargo, hasta el momento no hay una estrategia integral desde el Estado para hacer frente a lo que todos los días nos muestran los noticieros y nosotros damos cuenta en nuestras páginas. Los asesinatos, robos grandes y pequeños, y extorsiones son cosa de todos los días. No todo es sacar más policías a las calles ni botar extranjeros ilegales. Tiene que actuar el Estado en su conjunto.

De otro lado, hasta el momento no se concreta la captura de Christopher Fuentes Gonzales (a) “Maldito Cris”, el brutal asesino del sereno de Santiago de Surco, Luis Manrique. Al inicio hubo bastante ruido y parecía que su detención sería inminente, pero hasta ahora nada. ¿Estará en Venezuela o en Colombia? Tengamos en cuenta que este criminal ya había sido arrestado en múltiples ocasiones, pero el Ministerio Público y el Poder Judicial se pusieron de su lado en lugar de defender a la sociedad, y lo dejaron libre.

Difícil ser optimista con este panorama por delante. Si no hay liderazgo, decisión y rectitud desde el Poder Ejecutivo y el sistema de justicia, siempre perforado por hampones de alto vuelto gracias a jueces y fiscales a los que habría que investigar, no vamos a ningún lado. Si han matado con un cuchillo a un niño de 11 meses de nacido que agonizó varios días antes de morir, queda claro que los delincuentes están dispuestos a cualquier cosa. ¿Cuál es la respuesta desde el Estado y la legalidad? Hasta ahora no hay nada.

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