Kim Jong-un, uno de los hombres más controversiales del sistema internacional contemporáneo, líder de la República Popular Democrática de Corea, también conocida como Corea del Norte, cumple 9 años al frente del régimen que impone en su país.

Kim es el tercer líder de una dinastía que lleva 70 años decidiendo el destino de 25 millones de personas en el país más hermético del mundo y el único que mantiene un rígido sistema comunista en pleno siglo XXI. Desde la llegada al poder, un día como hoy, en 2011 a la muerte de su padre, se ha revelado como un autócrata capaz de alterar la tranquilidad del mundo con su actitud amenazante claramente belicista y muy activa en los primeros años.

Es, en efecto, el tercero de una triada dinástica del terror pues desde 1953 han gobernado Corea del Norte Kim Il Sung, el padre de la patria y abuelo del actual líder, su hijo y sucesor Kim Jong Il, y ahora Kim Jong Un, hijo de éste.

Hasta la fecha las dos Coreas mantienen un armisticio o paz no declarada y desde que Kim está al frente de Pyongyang no ha cesado con los ensayos nucleares que produjeron un innegable hermetismo entre las principales potencias, y hasta se especuló acerca de la inminencia de una Tercera Guerra Mundial, impactando al objeto y razón de ser de la ONU, desde su creación en 1945, que es el mantenimiento de paz planetaria. Ningún presagio sería exagerado sino fuera porque el poderío nuclear norcoreano sigue siendo un misterio que ni la inteligencia de Washington o Moscú, conoce con certeza.

Es verdad que durante la era Trump, que está terminando, EE.UU. pudo lograr uno de los más importantes acercamientos con los norcoreanos, lo que ninguna administración estadounidense consiguió en el pasado.

No es fácil lograr convencer a Kim y por eso Washington ni Trump pudieron llegar a ningún acuerdo concreto con el líder norcoreano, un hombre que, además, desaparece del escenario de la política internacional en el momento que le da la gana generando especulaciones sobre su salud o paradero. Sin duda, el tema de Corea del Norte y su líder, será otra de las bisagras que tendrá que abordar el futuro presidente Joe Biden.